02 noviembre 2016

Todo puede pasar.

Noviembre. Quedan dos meses para que termine 2016, el año de mi "ok a todo".  Un año en el que he asistido a conferencias aburridas, a citas desastrosas, a excursiones campestres, a actividades exóticas varias por el mero hecho de haber sido invitada.

Y las cosas han salido mejor de lo esperado, la verdad. No he hecho excesivas locuras, (alguna hubo, por ahí) pero sí las suficientes como para darle un buen meneo a mi vida.
He perdido el miedo a la soledad, a lo desconocido, a mí misma. He dejado de usar espuma para el pelo y ahora voy siempre rollo rey león. He aprendido a echarle cara a la vida y a recuperar la confianza en mi rizo moreno. Me he perdonado por todo. He olvidado y sin cargo de conciencia ninguno. 

Pero aún quedan dos meses, como decía. Y estoy de vacaciones, y todo puede pasar.

Seré el felino más voraz y lo veo todo correcto.

10 comentarios:

  1. Nadie que me diga
    Lo que puedo haceeeeer
    Nadie que me diga
    Lo que puedo seeeeer

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  2. Todo puede pasar. Y que pase, sobre todo lo bueno.

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  3. Como dice una Amiga, con A muy mayúscula, lo importante no es como empieza sino como termina ;)

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  4. Tía, si yo tuviera esos rizos le daban mucho por culo a la espuma y a todo y salía por ahí a comerme el mundo. Estás guapísima. Más que cuando empezó el año... y eso es por algo.
    Un beso!!

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    1. Ay, tú que me ves con sabios ojos xDDD Muchas gracias, precious. Sois muy bonicos todos :)

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  5. Acabo de descubrir tu blog y ha sido una revelación. Ovejas y trashumancia militante, juegos de palabras con Raquel y Jacob. Ovejas, ovejas, ovejas. Creí que era la única. Gracias por existir.

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