Y las cosas han salido mejor de lo esperado, la verdad. No he hecho excesivas locuras, (alguna hubo, por ahí) pero sí las suficientes como para darle un buen meneo a mi vida.
He perdido el miedo a la soledad, a lo desconocido, a mí misma. He dejado de usar espuma para el pelo y ahora voy siempre rollo rey león. He aprendido a echarle cara a la vida y a recuperar la confianza en mi rizo moreno. Me he perdonado por todo. He olvidado y sin cargo de conciencia ninguno.
Nadie que me diga
ResponderEliminarLo que puedo haceeeeer
Nadie que me diga
Lo que puedo seeeeer
Libre para hacer mi leyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy
EliminarTodo puede pasar. Y que pase, sobre todo lo bueno.
ResponderEliminarEso es :D
EliminarComo dice una Amiga, con A muy mayúscula, lo importante no es como empieza sino como termina ;)
ResponderEliminarPues ya os contaré en diciembre :D
EliminarTía, si yo tuviera esos rizos le daban mucho por culo a la espuma y a todo y salía por ahí a comerme el mundo. Estás guapísima. Más que cuando empezó el año... y eso es por algo.
ResponderEliminarUn beso!!
Ay, tú que me ves con sabios ojos xDDD Muchas gracias, precious. Sois muy bonicos todos :)
EliminarAcabo de descubrir tu blog y ha sido una revelación. Ovejas y trashumancia militante, juegos de palabras con Raquel y Jacob. Ovejas, ovejas, ovejas. Creí que era la única. Gracias por existir.
ResponderEliminar¡Pues bienvenida! Gracias a ti por leerme :D
Eliminar