14 febrero 2019

Arrancando tiritas.


Cuando sabes que te tienes que alejar de determinadas personas que te aportan sensaciones que crees necesitar pero que realmente te hacen mal, cuesta. Cuesta porque la toxicidad no sería tan peligrosa si no te hiciera sentir bien a corto plazo, como las tiritas sobre las heridas sin curar. 

Es muy difícil sacar de tu vida a gente que te importa, pero el día en que eres consciente de que esa relación (bien sea de amistad o de pareja o incluso familiar) es negativa para ti, empiezas a hacerlo. A veces necesitas un tiempo y otras veces lo haces de forma fulminante: zas. Un tirón y se acabó. 

¿Y sabes lo que sucede después? Porque todo el mundo te advierte de los peligros de una relación tóxica, pero nadie te dice qué sucede cuando estás lejos y sólo escuchas el silencio a tu alrededor. 

Y lo que sucede es que te sientes solo. Mal. Triste. En lugar de sentirte satisfecho porque has hecho lo que tenías que hacer, lo que te mereces, te invade una sensación de vacío insoportable que se me antoja como el último trabajo de Hércules: si eres capaz de sobrellevar esa pena, estarás más cerca de sanar. 

Porque es normal sentirte solo cuando has huido de tus amigos. Es natural estar de bajona si rompes con tu pareja después de diez años juntos. Es completamente lógico sentirte poco querido cuando sacas de tu vida a la gente que te decía que te quería. Si cierras la puerta a alguien que aliviaba tu inseguridad, aunque fuera por un rato. 




Y en esas estoy yo en estos momentos, después de un año de hacer limpieza profunda en mi vida. 
Sola. O casi sola, porque soy muy afortunada de tener una familia que me quiere y algunos amigos indispensables.

Pero, como os decía, cada dos o tres noches me ahogo un poco en esa soledad y lloro, escribo textos que nunca llego a publicar, escucho música deprimente y caigo una y otra vez en el pozo de mis miserias.


 Y aún así, no me arrepiento en absoluto de haber hecho limpieza. Porque ahora ya no camino pisando mierda ni me salpican las consecuencias de mi inseguridad y mis miedos, y esas noches de tristeza cada vez son menos frecuentes y menos desoladoras... y algún día llegarán a desaparecer, estoy segura.

9 comentarios:

  1. "y algún día llegarán a desaparecer, estoy segura".

    Y yo también estoy SEGURA. Bien hecho, a menos bulto más claridad, siempre. ¡Aupa!

    Speedy

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  2. Respuestas
    1. Muchas gracias :) He subido muchas fotos mías, tienes mil por ahí. Por ejemplo, ahí arriba donde dice "Sobre mí". Aunque lo más bonito que tengo no es mi cuerpo, sino mis pizzas.

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  3. De mayor quiero ser como tú (obviando la belleza, claro, que eso sería un milagro)

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  4. Muestra tu cara debe de ser muy bella

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  5. La vida es como una casa hay que hacer limpieza de vez en cuando y tirar lo que no te sirva y poner cosas nuevas o arreglar cosas(desperfectos).Besos rizos

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  6. Me gustó mucho leer tu entrada. Me sentí menos mal al ver que no soy la única que se quita gente tóxica de su vida.
    Lo que más me jode es cuando te echan en cara que no empatizas con ellos. Esa es mi señal para cerrar la puerta.
    Tengo 3 personas que eliminé de mi vida. De la última hace ya unos 3 años. Y no me arrepiento de ninguna. Con la última tuve la suerte/desgracia de poder autoconfirmar mi decisión porque trabajamos en la misma empresa y veo como es y todo lo que pasé por alto.
    Y viéndolo de lejos, mejora. Al principio me sentía mal porque pensaba que yo era muy exigente con las personas y te hace plantearte si la “chunga” eres tú. El tiempo confirma siempre que no.
    Ahora vuelvo a tener una persona tóxica en mi vida pero esta es complicada ya que es mi jefe y arrancar la tirita implica cambiar de curro =S

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