Facebook me recuerda hoy que hace justamente dos años yo publicaba una foto en mi muro. Una foto en la que enseñaba mis gafas nuevas, super moradas y preciosas, con las que yo me sentía bastante favorecida dentro de mis circunstancias miopes. Os pedía opinión porque fue un cambio importante para mí, por chorrada que os parezca.
Y oye, que igual no es casualidad que desde entonces haya aprendido a ver la vida de otra forma. A calar mejor a las personas. A reconocer patrones. A obviar los grises. A verme más guapa y juzgarme menos. A valorar cosas que antes pasaban desapercibidas. A ver más allá (que no el mas allá, de momento). A no conformarme con menos y luchar por más. A encontrar sonrisas mágicas. A mirar.
Benditas gafas.
^_^
ResponderEliminarY a juego con la camiseta y el blog!
La oveja siempre tira pal morado...
EliminarSiempre has valido mucho, menos mal que te diste cuenta 😍
ResponderEliminarMuchas gracias, Txis :*
EliminarPuede que sea un poco pragmático pero yo diría, aparte de que las gafas te sientan genial, que la experiencia es un grado y uno/a va aprendiendo todas esas cosas. Y es bien que suceda.
ResponderEliminarBueno, pues benditas gafas. Yo tengo las mismas desde hace diez años o más, pero cómo sólo para ver de cerca, paso de cambiarlas... pero visto lo visto, igual merece la pena :)
ResponderEliminarUn besote!!
Podemos llamarte Ultravisión?
ResponderEliminarBuena reflexión! por cierto te sientan genial ;)
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