Vivimos en un mundo loco de runners, de móviles que se cargan ultra-rápido, de trenes de alta velocidad y de máquinas de cocina que te preparan la cena en diez minutos. De gente que se mira sin verse, que corre por llegar a su destino. Que nunca llega. Que lo quiere todo ya. Que va y viene. Que no se permite sentir. Que habla sin pensar. Que ama y odia violentamente. Velozmente. Rápidamente. Brevemente. Dinámicamente. Ágilmente. Descuidadamente. Escandalosamente. Infaliblemente. Fugazmente. Torpemente. Vertiginosamente. Superficialmente.
A mí me gusta caminar despacio. Ser paciente. Salir con mucho tiempo de casa para no ir con agobios. Sentarme a contemplar la tarde respirando hondo. Tener todo el tiempo del mundo para no hacer nada especial. Saborear cada bocado. Pararme de golpe a notar la brisa. Disfrutar el camino. Besar sin prisa. Tocar, oler, sentir. Sosegadamente. Delicadamente. Tranquilamente. Silenciosamente. Pausadamente. Profundamente.
Lentamente. Es mi adverbio favorito.
Hace unas semanas, organizando mis vacaciones que disfrutaré en los próximos días me di cuenta de una cosa: Me planteaba ir a varios sitios, siempre de viaje, con un día o dos para verlo todo en cada sitio. Y me di cuenta que no quería eso. Así que en el viaje he reservado cuatro días en un pequeño pueblo con hermosos paisajes para, simplemente, estar allí
ResponderEliminarComparto completamente tus gustos y adverbios. Tan ricamente. Y no tengo más que añadir.
ResponderEliminarA disfrutar lentamente.
Al ritmo de tus latidos.
ResponderEliminarAnda, mira. Ahora que yo me estoy quitando de los adverbios terminados en -mente (consejos que dan algunos escritores, y ya llevo un año a dieta), vas tú y te das un atracón.
ResponderEliminarQué mal repartío está er muuuundooooo xDDDDD
Qué bonito es vivir así y qué asco de sociedad.
ResponderEliminarSolo nos queda seguir intentando ir a contracorriente.
Te deseo un calmado Octubre (aunque solo sea internamente) :P
¡Un saludo!