Hay una clase de personas que caminan por el mundo sin fijarse en lo que las rodea. Que son incapaces de pararse a contemplar un árbol, un atardecer, que no sienten la brisa. Que jamás detienen sus pasos por la calle ni desvían su mirada del frente. Que no saben leer las fotos ni oler la tarde.
Hay personas que presumen de profundidad de pensamiento y se pierden en la Historia y la Filosofía, en la Teoría de Cuerdas y en las cajas de Schrödinger, pero que no reconocen la belleza de las pequeñas cosas ni siquiera cuando la tienen delante de la nariz.
Y bueno, supongo que hay muchos tipos de personas, que cada cual tiene derecho a ser y pensar como quiera y que ellos pueden opinar que soy una mujer de mente ligera que se distrae con banalidades, pero me parece bien.
Así, cuando me siento en el acantilado sobre el mar para relajarme escuchando cómo las olas arrastran guijarros por la orilla, tengo la impresión de que ese atardecer- ese instante- es sólo para mí.
Touché. Ains, cómo te comprendo, rizosa ;) :*
ResponderEliminarYo me concentro en las notas bajas de la música. En los pies de las personas y su forma de caminar. En los halos de las farolas por la noche. En el sonido de los sitios cerrados. También me parece bien.
ResponderEliminarQué bonito, Rizosa.
Una hoja mecida por la brisa, el primer haz de luz del Sol al amanecer, una carrera de nubes... Hay personas que disfrutan lo que otras ni ven.
ResponderEliminarCreo que acabas de definir a Sheldon Cooper xD
ResponderEliminarMuaks