30 marzo 2011

Cactus


Mi papá colecciona cactus. Los tiene de todos los tamaños, de todas las clases, de mil formas y colores diferentes. No recuerdo cuándo empezó a llenarnos de estas plantas el balcón, pero desde entonces es difícil salir a tomar el aire sin pincharte.


"Los cactus son como las personas", me dijo un día, mientras los regaba (porque aunque parezca que no, también hay que darles de beber de vez en cuando) y les quitaba los bichitos con un spray y mucho mimo. Señalando al rey de la balconada, un cactus enorme y viejo, majestuoso, antipático y repleto de espinas brillantes, continuó su discurso: "algunos parecen peligrosos, con pinchos enormes y piel rugosa, pero en realidad los que más pinchan son los que tienen flores y esa pelusilla que parece terciopelo, que se te clava bajo la piel y te duele durante un tiempo".

Yo sonreí sin decir nada, porque entendía muy bien a qué se refería mi padre.
Una vez te di un abrazo y una de tus espinitas se me quedó clavada en el pecho. Al principio creí que era algo que tenía enganchado en la camiseta, una especie de palito o de astilla que me traje de la calle, y me pasé semanas buscando y frotando la tela después de lavarla de mil maneras diferentes. Pero me la ponía y me volvía a picar.
Más tarde comprendí que no era la camiseta, porque al cambiarme de prenda el pinchazo seguía ahí.
Me puse delante del espejo en ropa interior y por fin la vi: justo sobre el corazón tenía una espinita minúscula, casi imperceptible. Cogí las pinzas de depilar y traté de darle un tirón, pero era tan fina, pequeña y elástica que las pinzas no podían agarrarla. Me froté con la esponja de crin, con las uñas, con el cepillo de dientes... pero sólo conseguí hacerme una herida que potenciaba aún más el dolor que me producía la espinita al rozarse con la ropa.

Ha pasado mucho tiempo (semanas, meses... años), pero hoy por fin me he puesto un vestido y he dejado de notar nada sobre el corazón. Tu espina se me ha debido caer esta noche, mientras dormía.

Y eso sólo puede significar que ya no me importas.

11 comentarios:

  1. A eso se le llama vivir y mirar al frente

    Esa parte de la historia aun no la he conseguido aprender, pero tranquila que llegará

    Besooooos

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  2. Esa sensación mola! A mí también se me ha caído una espinita recientemente... y qué liberación, oye!

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  3. A mí se me está secando una, cada vez duele menos ;)

    Enhorabuena, Rizosilla :D

    PD: Poco a poco voy avanzando con los putos cocodrilos...

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  4. A todos se nos ha clavado alguna vez una espina de cactus. Me alegro que la tuya se haya caído ya.

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  5. Qué bonita metáfora, rizosa de mis amores...
    Este post ha sido como verte crecer, florecer... no se, me ha gustao un montón.
    Y que me alegro que ya no te duela! :)

    besos, guapa!

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  6. Es por esto que ni voy por ahi abrazando cactus.

    Y ahora en serio, enhorabuena. No te asustes si ves que un día vuelve a pinchar un poco, al final se pasa del todo.

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  7. Podría cultivar cosas peores. En el mundo de las plantas puede tocarte de todo: enredaderas que te trepan por los pies y se extienden por todo cuerpo y al final solo eres el soporte para su expansión, muérdago que con la tontería de un beso lo que hace parasitarte y chuparte hasta la última gota de tu clorofila hasta vivir enteramente de tu esfuerzo y capacidad, todo tipo de plantas caducas que olvidate de contar con ellas en tiempos fríos y oscuros y que solo lucen cuando sale el sol y sienten el calor por sus tallos, o incluso plantas carnivoras, que atraen con sus atractivos colores y dulces promesas y luego te devoran sin compasión, lentamente, sin dejarte escapar y luego, otra vez volver a empezar con la misma historia.

    Yo también cultivo cactus y he aprendido varias cosas: dejarlos hacer, un cactus en el lugar correcto vive solo casi tu ayuda. Contémplalo de lejos, disfruta de las vistas, pero no trates de acariciarlo. Y segundo, en el caso que sea irresistible, cómprate un chaleco de puas y abrázalo como si el mundo se fuera a acabar mañana. Cuando el placer es respectivo, igual si vale la pena.

    Ah, y es peor abrazar a un cactus y no sentir su pinchazo. El día que te pase eso igual es que tu capacidad de sentir desapareció. No lo permitas lady Chachins.

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  8. Bien por ti. Bastante tiempo llevaste esa espina. Ahora a llenarte de pinchitas de esas que se quitan fácilmente :)

    Un besazo guapa!

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  9. Eingel: al final las espinas se acaban cayendo, siempre. Espero que las tuyas lo hagan pronto :)

    Lo que diga el espantapájaros: Oeoeoe Espination Salvation! xD Ahora a cuidarnos de volver a pincharnos de esa forma :P

    Sil: paciencia, mujén xD Ya me contarás qué tal cuando acabes el libraco. MUAAAAAAAKS!

    AA: Muchas gracias :)

    Fle: y yo me alegro de que te haya gustado :) Sí, ya he florecido, ya soy todo un gladiolo ^_^ xDD MUAKS!

    Picomike: Ok, andaré al loro por si vuelve a darme algún pinchacillo de vez en cuando. Gracias ;)

    Al: supongo que tienes razón, que sentir el pinchazo es necesario en cierta forma. Haré lo que dices, me pondré un abrigo de pinchos y así me seguiré pinchando, pero el otro se llevará también lo suyo xDDDD Un besaco gigante, Mr Puntos Suspensivos ;)

    Osc: De pinchitas nada. Yo me quiero llenar de caricias y besicos de los que no pican :P:P:P:P MUAKS! morenazo!

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