08 octubre 2010

Convivencia

Cuando yo era una niña y estudiaba en el colegio de monjas, cada cuatro o cinco meses nos llevaban a todos los de la clase a pasar un día de convivencia, es decir, nos "soltaban" en otro colegio o centro educativo de cualquier tipo (generalmente religioso también) y nos dejaban allí durante horas para que aprendiésemos a relacionarnos con los demás "con respeto, educación y con ganas de aprender, pero sin dejar de ser nosotros mismos".

Yo no entendía muy bien por entonces el significado de esas palabras, y de hecho los días de convivencia lo único que significaban para mí era no tener que ir a clase y poder pasarme toda la mañana jugando en el patio del colegio que tocase... pero sí, las monjas sin duda conseguían su objetivo, aunque no fuésemos conscientes: los niños y niñas de mi clase acabábamos mezclándonos con los chavales desconocidos y abriendo nuestros grupitos por unas horas. Permitíamos que otros compartiesen nuestras risas, les hacíamos cómplices de nuestras aventuras por una mañana y además ampliábamos nuestro repertorio de juegos con los que nuestros nuevos amigos nos enseñaban.

Aún así, y sintiéndolo mucho por las monjas de mi cole a pesar de sus buenos esfuerzos, debo decir que no se aprende a convivir. La palabra "convivencia" está impregnada en nosotros desde que nacemos, puesto que somos seres sociales y del mismo modo que no tiene sentido decir "aprender a vivir", no podemos tampoco pensar que por añadirle un "con" delante hablemos de algo diferente.
Convivimos con los demás lo queramos o no, seamos más o menos conscientes y más o menos respetuosos y educados. No importa si compartes piso, si vives en una urbanización, si compartes oficina y fax con otras personas o si en tu clase de la facultad sois cuarenta alumnos. Nos ha tocado vivir en un único planeta en el que, por suerte o por desgracia, tenemos que convivir con los demás.

Está en  tu mano, eso sí, lo de "tener ganas de aprender" que decían las monjas. Y ya que yo tengo día a día la suerte de poder enriquecerme con todo lo que me pueden enseñar mis compañeros de convivencia, no pienso dejar pasar la oportunidad... empezando por vosotros, mis lectores bloggeros, los niños de los otros colegios por los que me paso de vez en cuando para compartir vuestros juegos y aventuras sin tener que dejar de ser yo misma en ningún momento.

Aprovechemos el momento... que hoy no tenemos que ir a clase.

10 comentarios:

  1. Yo tengo un libro en casa que se llama "Aprender a vivir", de José Antonio Marina. A vivir no en el sentido de mantenerse con funciones vitales, sino en el sentido de ser feliz y aprovechar el tiempo que tenemos entre las manos.

    Creo que con la convivencia pasa un poco lo mismo. Sí se puede enseñar a convivir, en el sentido de que se puede enseñar a tener respeto al otro, a ponerse en su lugar cuando haya conflictos, a tener en cuenta sus necesidades y hacerle ver que el otro tenga en cuenta las tuyas. Y no me refiero a la convivencia en la pareja, sino en general: desde situaciones en una oficina de trabajo, hasta el ratito de vida que compartimos con el resto de usuarios del metro o del bus.

    Cada día convivimos peor.

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  2. Hola, rizos, cada día es un nuevo aprendizaje, y tenemos la oportunidad de elegir entre aprender muchas cosas, o desaprender, La elección depende de nosotr@s.
    Una muy buena reflexión sobre la convivencia.
    Te mando un beso enorme.
    Feliz fin de semana.

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  3. La vorágine en que vivimos mucha veces nos hace encerrarnos en nosotros mismos y no nos damos ese maravilloso tiempo para convivir con nuestros más cercanos.
    TIEMPO.. Cada vez se siente que pasa con más prisa.

    Saludos!!

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  4. No estoy muy de acuerdo con lo que dices, para mí no es lo mismo cohabitar que convivir... podemos cohabitar con millones de personas, pero para convivir con ellas hay que hacer algo más que la interrelación básica.

    Besooooos

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  5. Bueno, yo sí creo que se puede aprender a convivir, pero todo pasa por llevar impresos en nuestra personalidad una serie de valores que han de ser inculcados en el inicio de nuestra educación. Sin esos valores es imposible convivir en igualdad de condiciones...

    Buena entrada, me gustó la manera de afrontar el tema.
    Saludos cordiales.

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  6. En mi cole no nos llevaban a otros coles...en el patio se colaban gatos,pero claro,no es lo mismo... :P
    Me ha gustado la entrada :)

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  7. Hola..

    Hoy es un buen día para convivir, convivamos siempre.. Un abrazo de buen fin de semana

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  8. Hola!, cierto es que somos seres sociales, sin embargo tenemos que dar la pelea contra nuestro propio ego en pos del Con Vivir. Vivir con los otros, los demás, implica ser generoso y el egoísmo y la soberbia son una gran barrera. Bueno, vencerla es tarea de cada cual, tarea que viene siendo urgente si queremos que en el planeta haya menos violencia y más amor.
    Te dejo un saludo fraterno desde el confín austral!

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  9. A mi me están enseñando a convivir los peques, ellos tienen aún el corazón sin magulladuras.

    Un abrazo muy agradecido

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  10. Un post muy reflexivo. De buenas a primeras, venimos a este mundo a convivir con los demás. La actitud es la que hace la diferencia.

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