13 mayo 2010

A todos

Todos odiamos a alguien. Aunque sea sólo un poquito, lo justo y necesario para acordarnos de esa persona cuando en la radio suena una canción rabiosa e irónica.
Lo suficiente como para hablar mal de él o de ella cuando nos reunimos con los amigos y necesitamos cierto desahogo; alguien que nos escuche y nos comprenda y nos diga que tenemos razón, que no se merece que lo pasemos mal, que valemos mucho más que esa persona que nos hiere y que ojalá alguien le haga sufrir lo que se merece.

Todos hemos recortado una foto alguna vez para eliminar su rostro, (aunque sea con las tijeras  virtuales del Paint) o hemos escrito mil cartas que nunca enviaríamos en las que desparramábamos nuestra furia contenida y exorcizábamos los malos recuerdos y demonios que nos atormentan por su culpa...

Todos nosotros, en fin, sabemos que en el fondo somos injustos porque, aunque funcione a modo de efecto placebo, a veces no se puede buscar culpables.
Después de todo su único pecado fue no sentir lo mismo que yo.


Y de esta forma seguimos odiándole de mentirijillas un día, otro día, otro día, otro día...

10 comentarios:

  1. Es cierto...

    aunque algunos se lo merecen, eh?

    Besooooos

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  2. Aún te sigo odiando (pero con cariño) :PPP

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  3. Es mejor el odio que la tristeza, ya lo dijo Terminator.

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  4. Nunca he pensado en nadie cuando escuchaba canciones de odio. Pero gracias: ¡Ahora cada vez que escuche una me acordaré de tí! :D

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  5. Yo la verdad es que te odio bastante, pero lo disimulo de la leshe :P vat.

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  6. yo creo que no odio... xo me da un asco determinadas perdonas... jajja!! un saludo!

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  7. De verdad de la buena que nunca he recortado fotos, escrito cartas u odiado a alguien más de 24 horas

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  8. Ainssssssss, Bea, hoy iba yo a tu portal, te llamaba por el telefonillo y te decía: "Oyens, baja, que nos vamos a tomar unas cañejas por ahí" :)

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  9. Odiar solo reporta sufrimiento,
    aunque te desahogues al hacerlo.

    Besos rabiosos.

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  10. Yo no tengo odio, puedo tener cierto resquemor y algo de rabia pero como lo que menos tengo en el mundo es memoria, se me olvida.

    Lo bueno es que a las personas que no me caen bien, las mantengo al margen de tal forma que, al final, desaparecen.

    El odio lleva a la ira y la ira al lado oscuro y a mí me gusta demasiado el sol... :P

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