02 enero 2010

Trenes

Hace ya bastantes años, Don Manuel -mi profesor de latín del colegio- siempre nos soltaba la misma cantinela al inicio del curso: que la vida es como una estación por la que cada día pasan muchos trenes. Que algunos llevan a destinos maravillosos donde seremos felices,  y que otros se pierden por el camino. Que está en nuestra mano elegir bien nuestro tren y ( lo más importante de todo) llegar a tiempo para subirnos antes de que se ponga en marcha y abandone la estación.

Recuerdo lo ridículas que me parecían entonces sus moralinas de abuelete cascarrabias: incluso nos regalaba un dibujo de un tren en marcha cuando terminábamos el curso en Junio con buenas notas. Según él, estábamos en el tren correcto.

He tardado mucho tiempo en comprenderlo, pero Don Manuel tenía razón: la vida está compuesta de oportunidades. Llamémosla trenes, aviones, hidropedales o burros. Pero a veces hay que dejarse de tonterías, echarse una carrera y subirse a donde sea. Quizá, porque somos humanos, nos estemos equivocando y nos hayamos subido al tren que va en dirección contraria, sin saberlo. Seguramente tengamos que dar un rodeo y tardemos más en encontrar el camino correcto... pero como caminamos con los ojos bien abiertos y con el billete en el bolsillo, al final pasará el tren perfecto para nosotros.

Yo acabo de subirme al tren. Si os soy sincera, no tengo ni idea de si es el bueno o me he vuelto a equivocar, pero siento una corazonada:  creo que el destino me va a gustar.
El resto... ya se verá, cuando lleguemos.



7 comentarios:

  1. El revisor de "Polar Express" le dice al niño protagonista:
    "Los trenes son maravillosos. Es importante saber a dónde van. Pero aun es más importante decidirse a subir en ellos".

    Yo creo que, más que llegar a un destino bonico, que lo harás, lo que vas a tener es un viaje la hostia de chachi :D

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  2. Yo iba a decir eso, además con esas palabras "viaje de la hostia de chachi" pero la Sil pasa demasiado tiempo en mis redondeles y se le pegan las cosas! :P

    Lo importante no es tanto el tren o su destino, al fin y alc abo siempre se puede hacer transbordo, lo importante es disfrutar del viaje y cuando se pare, decidir si queremos coger otro o plantarnos en el lugar al que hemos llegado.

    Suerte tenemos de poder elegir, si señoras.

    Besos a ambas!

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  3. Estoy convencido que el tren que cogemos nunca es el equivocado. Simplemente no va a donde queremos ir (o eso creemos)

    Yo creo que este año es un año con la estación a rebosar de salidas y llegadas... ya lo verás

    Besoooos (y ya me contarás, si quieres)

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  4. Solo puedo desearte buen viaje.

    Y que el billete no te resulte demasiado caro. Porque eso sí, pagar, siempre hay que pagar un precio, sea éste cual sea.

    Espero seguir leyendo en este espacio la crónica sentimental de tu trayecto!

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  5. Hace años decía Soul Asylum en una canción algo respecto de los trenes. Todo es cuestión de creerlo o no... y aunque algunos trenes no vuelvan, habrá destinos que siempre estén ahí para llegar de una forma u otra : )

    Un beso guapísima

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  6. Y no sólo es importante subir en ellos, sino también disfrutar del viaje antes incluso de que lleguen a su destino. He descubierto tu blog a través del de Inner Girl. Un saludo muy afectuoso!

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  7. Ya me gustaría a mí, siquiera llegar a una estación!

    Súbete a ese tren niña, siempre estarás a tiempo de tirarte en marcha...

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