Entró con las rodillas temblorosas y saludó a Laura, la dependienta, intentando parecer tan alegre como siempre.
Sabía que todo iría mal a partir de ahora. Que tenía que olvidarse de quién era, de quién había sido, y comenzar de cero otra vez.
Se acercó a la estantería de las legumbres y dudó por un momento. Quizá todo ésto no hiciese falta, al fin y al cabo. A lo mejor conseguía evitarse el mal rato vendiendo un par de cosas...
"Venga, Maca, que no es para tanto. No eres la única que lo hace."
Miró a ambos lados, preguntándose si alguien más en el colmado la estaría observando. Dos señoras charlaban junto a la puerta y Macarena maldijo en silencio: habría testigos.
Nada volvería a ser igual, y quizá por eso el corazón le latía con mucha fuerza cuando se acercó a la dependienta y depositó los paquetes de arroz sobre el mostrador. Parecía que le iba a explotar en el pecho.
Ya está. No hay vuelta atrás. Respiró hondo, miró al suelo y, tratando de no tartamudear, susurró entre dientes:
-¿Puedo pagártelo la semana que viene? Es que aún no he cobrado y...
Laura la observó en silencio durante unos segundos, regalándole comprensión y calma con su sonrisa. Puso los dos paquetes de arroz en una bolsa de plástico y metió también un bote de tomate frito en oferta.
"Éste va de regalo"- Le dijo entonces, aún sonriendo.
Macarena no pudo más y se echó a llorar.
Me ha gustado muchísimo.
ResponderEliminarCortito, pero intenso, dulce y además, de esos que llegan al alma porque sabemos que es una triste realidad que pasa cada vez con más frecuencia.
ResponderEliminarUn beso muy grande niña!
Quiero pensar que hay muchas Lauras por el mundo...
ResponderEliminarBesos!!!
y que mal sabor de boca me deja que no necesariamente ha de ser ficción... :-/
ResponderEliminarHa sido un relato precioso. :D
ResponderEliminarPrecioso, me ha encantado, todavía queda gente buena por el mundo... son como las meigas: haberlas hailas...
ResponderEliminarPrefiero el arroz Salto, sinceramente. Haz un relato sobre eso.
ResponderEliminarque dificil es la vida a veces...
ResponderEliminarpor desgracia es demasiado habitual (el necesitarlo, no el conseguirlo)
Besooooos
Me gusta mucho, está muy bien escrito, es hermosamente agridulce y tristemente real.
ResponderEliminarLo malo será cuando hasta a las Lauras de este mundo se les acabe el tomate en oferta...
Bea, es el contraste duro, real y hermoso
ResponderEliminares lo que a casi como a mi, le hizo llorar.
Frente a la represión posible esperada
el amor con regalo comprensivo de Laura.
Todos podemos ser hoy , mañana o pasado
una de las dos, no lo pongáis en duda alguna.
Y recodad que dar amor es mejor que recibir.
Seamos pues Laura, quizás mañana la miremos.
Genial niña.
Por desgracia, hay mucha gente en la misma situación que la protagonista de esta historia......
ResponderEliminarMuy bueno, seguro aún queda buena gente en el mundo... espero nosotros seamos así.
ResponderEliminarUn gusto haber encontrado tu blog. Me encanta la decoración se ve muy bien .
Saludos y espero que sigas así
Te deo el mío en caso desees
http://lorenzodante.blogspot.com
Buena vibra
Si tuviesemos claro que no sabemos en que lado estaremos mañana, quizá todos seriamos más generosos y si asi fuera, las cosas también irian mejor
ResponderEliminar