08 noviembre 2009

Puro teatro.

Iba con todos los demás niños y niñas de mi clase. Teníamos doce o trece años, (me cuesta acordarme con tanta exactitud si hace tantísimo tiempo) y era la primera vez que mis pequeños pies pisaban un teatro de verdad, nada de salones de actos de colegios y urbanizaciones donde celebrábamos nuestros cumpleaños y las fiestas de Navidad.
Me quedé extasiada ya al entrar y llenarme los pulmones del olor a música, a literatura que desprendían los butacones de terciopelo. Era como si aquel enorme patio de butacas hablase, y lo hiciese susurrándome mil historias al oído. Y el escenario... majestuoso, imponente, presidiendo la sala y observándonos en silencio mientras nos íbamos sentando poco a poco, desparramándonos por las primeras filas... todo era nuevo y mágico para mí.
Creo que con las primeras notas (fuimos a ver un musical) abrí los ojos y la boca tanto como pude, impresionada y nerviosa. Y cuando los actores fueron entrando en escena bailando, cantando, haciéndonos cómplices de su historia, me derretí.
Esa tarde supe que me había enamorado por primera vez: amaba el teatro. Fue sólo la primera de las muchísimas veces que volví, ansiosa de volver a sentir aquella magia correr por mis venas. Cualquier obra, por desconocida y poco "importante" que pueda ser para los medios de comunicación, resulta interesante y amena a mis ojos si la veo representada en un teatro.

Hoy vuelvo a sentir ese cosquilleo en el estómago. Esta noche mis pies volverán a pisar aquel patio de butacas que ha sido testigo de tantas y tantas de mis sonrisas, y vuelvo a sentirme como la chiquilla ilusionada de antaño que soñaba despierta con las primeras notas musicales.
Lo mejor de todo es lo que decía el Principito:

"Si me dices que vienes a las 4, mi alma es dichosa desde las 3"

Yo soy feliz ya desde el día en que compré las entradas.

5 comentarios:

  1. La verdad es que voy al teatro menos de lo que deberia, aquí es caro y descuadra cualquier presupuesto. Pero me gusta mucho, procuro ir de vez en cuando, y casi nunca me arrepiento.

    Y aunque no soy precisamente de musicales, voy a mas musicales que a obras narradas.

    Besooooooooooos (apunta esto a la lista de pendientes para hacerlo alguna vez)

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  2. La primera vez que fui yo al teatro era realmente pequeña, y no era una obra de teatro precisamente. Tendría 6 o 7 años. Me llevó mi madre a ver uno de los espectáculos de pompas de jabón de Pep Bou. Y aluciné en colores.

    Luego, algo más mayor, fui al teatro a ver ballet. No recuerdo la primera obra de teatro que vi en directo, pero sí que me dejaron huella "La ratonera", de Agatha Christie, y "La gata sobre el tejado de zinc caliente", con Carmelo Gómez y Aitana Sánchez-Gijón.

    Y bueno, por descontado, mis Luthiers y el Tricicle ;)

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  3. Eingel: ¡Ya estás tardando! A ver si voy a tener que ir a Mañolandia para llevarte al teatro de un tirón de orejas...

    Sil: Ostras, la Ratonera también la he visto yo. Todavía me dan repeluses cuando me acuerdo de la musiquilla esa de piano xD


    Un besote a todos, me voy a desayunar recordando el musical de anoche ^_^

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  4. El teatro es uno de mis sitios preferidos pero por ahora me falta tiempo, tendre que empezar de nuevo prontito!!
    Buen post Bea!!
    Besos !!;-)

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  5. Que preciosa cita del Principito, la había olvidado.
    Estupenda entrada.
    Un beso Bea

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