28 mayo 2016

I can have Manhattan

Todos los que me conocen lo saben: el sueño de mi vida es ir a Nueva York. Algunos lo comprenden, otros simplemente sonríen y piensan que pobrecilla, si allí sólo hay cemento y ruido. Pero qué le vamos a hacer, cada cual tiene sus anhelos y el mío es pasear mis lanas serranas por Central Park, tomarme un perrito en un puesto callejero y subir al Top of the Rock al atardecer. Si hasta tengo hecha una lista en Putifai con canciones sobre Nueva York, que me la pongo cuando estoy choff y me vengo arriba... (Os dejo el enlace porque es colaborativa, y si conocéis más canciones que hablen de la ciudad, podéis añadirlas ^_^)

Pues resulta que nunca he podido ir. Cuando tenía dinero era porque el trabajo me tenía asfixiada, y cuando he tenido tiempo y vacaciones no tenía dinero. Tampoco he encontrado nunca a nadie que quisiera acompañarme en mi aventura, porque supongo que nadie es tan fiebre de la ciudad que nunca duerme como yo ni existe otra persona en mi entorno que esté dispuesta a seguirme como un perrillo, soportar mi euforia desmedida y tragarse dos o tres musicales de Broadway. Tengo la semana de mis sueños casi totalmente planeada, con todas sus visitas y sus tourses y las actividades escritas  y ordenadas por prioridades en mi agenda de viaje. 
Y este año, por fin, me he decidido a empezar a organirzarlo en serio porque este es el año de los propósitos y los cambios en mi vida y no quiero esperar más. Que lo mismo en dos días me da un aire y estiro la pata sin haber ido, y no. Además estoy cansada de ver como todo el mundo va a Nueva York como si nada, sin ser ultra fanáticos como yo ni desearlo con la misma fuerza. Gente no-digna que va porque meh, porque hay que ir a ver rascacielos y eso. Porque sale en las pelis. YA ESTÁ BIEN: NUEVA YORK ES MÍA.


Este invierno he empezado a ahorrar, a quitarme de gintonics innecesarios, a dejar de comprarme caprichos, a robar las propinas en los bares, a dar más clases particulares  en tres meses que en toda mi vida entera... y entre lo que he conseguido con mi esfuerzo y una pequeña ayudita de mis amigos, ya tengo la mitad de la pasta necesaria ahorrada :D

De manera que ya es oficial: en 2018 la Rizos pisará Manhattan y lo hará con más garbo porque se comprará unas botas vaqueras de cowgirl auténticas. Me da igual si no encuentro a nadie  para entonces que vaya conmigo; voy sola así me rapten en el Bronx. He escogido ese año para darme cierto margen y porque será cuando estrenen el musical de Frozen, al que pienso asistir para cantar Let it Go a grito pelao. Y hace diez minutos he decidido la fecha exacta: el 28 de mayo. O sea, hoy, pero dentro de dos años. 

Manhattanhenge, allá voy. 



24 mayo 2016

Personas.

Hay personas que te marean. Que te atraen como un imán pero que cuanto más cerca estás te sientes como en una goma elástica que se estira y que está a punto de lanzarte por los aires. Que tan pronto te hacen reír a carcajadas como que de golpe te hacen sentirte fatal.

Hay personas por las que sientes que lo darías todo si te lo permitieran, si te convencieran de que merece la pena. Te mueres por creer, igual que Fox Mulder. Suelen ser las mismas personas que más daño te hacen, porque al final nunca te convencen.

A esas personas hay que alejarlas de una vez por todas de tu vida. Y lo escribo aquí para ver si me acabo aplicando el cuento.

08 mayo 2016

Practicando el subjuntivo

Cosas que me importaban con 25 años 

-Que supiera bailar.
-Que supiera vestir más o menos bien.
-Que le gustara salir y viajar.
-Que no fumara.
-Que se lo currara en las citas y me sorprendiera de vez en cuando.
-Que hiciera alguna locura a veces pero que fuese un tío razonable e inteligente.
-Que oliese a algún perfume de los buenos.
-Que fuera friki y que tuviera conversaciones interesantes y hobbies exóticos.
-Que no fuera un picaflor.
-Que estuviera bueno, objetivamente.
-Que me mirara como si yo fuese la mujer perfecta. 
-Que supiese valorar las horas que dedicaba a estar perfecta para él.
-Que me entendiera bien.
-Que leyera. El Marca no cuenta.
-Que fuera una máquina del amor (lalalala)
-Que tocara algún instrumento o cantara o fuese un artista en general.
-Que fuera detallista y romántico.
-Que les cayese bien a mis amigos.
-Que pusiera celosas a mis amigas.
-Que tuviera una vida interesante y pudiera contarme mil historias y aventuras.
-Que tuviera una voz bonita.
-Que fuera feliz estando conmigo.
-Que fuera maduro. O lo que yo creía que era madurez por entonces.
-Que se cuidara y fuera deportista.
-Que no me agobiara mucho y respetase mi espacio.
-Que me quisiera mucho y de verdad.





Cosas que me importan con 35 años 

-Que sepa cocinar  (y especialmente que pueda preparar sopa cuando yo esté enferma).
-Que tenga trabajo y/o estabilidad económica.
-Que sea independiente, sobre todo de su madre.
-Que no "esté dejando" de fumar: que no fume.
-Que esté un poco zumbadillo.
-Que sea humilde y buena persona.
-Que luche por  todos sus objetivos. Que apueste por nosotros al 100%.
-Que no necesite un croquis para tenerme contenta, ejem.
-Que se lo curre en su vida, en general.
-Que no le importe si un día se me olvida depilarme o si voy con pelos de loca.
-Que haya leído mucho.
-Que sea valiente y arriesgue. Que me bese primero (y que encima bese bien).
-Que se duche y huela a limpio.
-Que tenga amigos propios y vida social ajena a la mía.
-Que sea alegre y divertido y me haga reír. Que su felicidad no dependa de mí.
-Que sepa arreglar cosas.
-Que me guste físicamente.
-Que tenga más aspiraciones además de pasarse el Dark Souls 3.
-Que disfrute de las pequeñas cosas de la vida.
-Que me respete.
-Que sepa comprarme compresas, cremas y tampones cuando yo esté malita y no pueda salir.
-Que quiera viajar (conmigo).
-Que esté en mi onda y se lleve bien con mis manías.
-Que se ilusione como un niño con las cosas que le gustan.
-Que comprenda el significado de "equipo" más que de "pareja".
-Que me cuide -no sólo al principio- y me quiera bien.