30 marzo 2015

Lo de la copa

Y no me refiero a la copa Danone, como la llama el ovejo... sino a la copa menstrual.

Porque ya era hora de que yo me deshiciese de prejuicios arcaicos y la probase, sabéis. Yo, que no le tengo miedo a los cambios, que siempre intento métodos y trucos para hacerme la vida más fácil... y todavía seguía cargando con bolsitas llenas de evax y tampax en cada bolso. Todavía me iba a dormir preocupada cada primera noche del ciclo, porque era perfectamente consciente de que mancharía algo. Si no todo, que también era posible despertarme en una cama donde habían asesinado un cochino.

Pero, amigas, (y amigos, si es que algún hombre sigue leyendo esto) todo eso se acabó desde que leí a Pétalo en twitter hablando de la copa. La copa menstrual, ese invento extraño y exótico que jamás había visto en ninguna tienda. Ese artilugio del que mi amiga bloggera prometía el oro y el moro. Y no sólo ella, claro. Ya cuando leí sus comentarios seguí investigando y me empapé de los posts que hay por la red hablando de la copa, algunos positivos (casi todos) y alguno negativo también. 
Y al final me decidí y me la compré. En el Carrefour, a 9€. 

Las podéis encontrar en más sitios, ya que cada vez las están comercializando más y ya no es algo semi-prohibido que sólo encontráis en herbolarios. Por internet las encontraréis de varias marcas, colores, formas y precios, pero yo voy a hablar de mi experciencia con la del Carrefour, que debe ser la marca blanca de las copas y, aún así, me va genial.

La copa es suave, blandita y rosa. Super cuqui. Yo compré la "grande", porque según ponía en la parte de detrás de la caja, si tienes más de 30 o has tenido hijos el tamaño 2 es el ideal para ti. No estaba muy segura porque soy pequeña, pero me llevé la 2. Creo que de todos modos en Internet puedes encontrar copas de otras marcas con más tallas, por si te gusta la variedad :P

Se trata de un recipiente que se inserta en la vagina durante la menstruación para depositar el flujo menstrual. A diferencia de los tampones, que también se usan internamente, la copa menstrual no absorbe la sangre; ésta queda contenida en el interior de la copa hasta que se extrae de la vagina y se desecha el líquido. (Esta definición maravillosa la he sacado de la wikipedia, sépanlo)
Y bien, eh. Las primeras veces que te la pones, torpe y algo acojonada, leyendo el prospecto con minuciosidad, la cagas. Seguro que te la colocas mal, o te duele, o te crees que este artilugio maldito no puede caber aquí y te arrepientes de haberles sido infiel a los tampax. Pero no desistas, mujer. Hazle caso a la oveja.

La primera vez que te la intentas quitar, (porque cada 8-12 horas, dependiendo de la cantidad de flujo que tengas, hay que vaciarla, limpiarla un poquiño y volverla a colocar)  te crees que te vas a vaciar por dentro. Porque la copa hace "vacío", así que para sacarla hay que girarla, o doblarla, o tirar con suavidad ayudándote con los músculos de la vagina, o lo que te sea más fácil a ti. La cuestión es conseguir que entre aire y se despegue y salga, rollo flan.  Y al final lo consigues y cada vez te sale mejor y más fácil. Te lo prometo.

Hablemos de las ventajas. 

Para mí, la principal es que ME OLVIDO de que tengo la regla. Imaginad que podéis pasar casi un día entero sin tener que cambiaros. Que no vais a manchar nada de nada, aunque llevéis un bikini tanga. Que no se notará nada que tenéis la regla, porque no hay olores ni cordones colganderos. Que no os molestará, ni la notaréis. 

Otra ventaja es que ahorraréis mucha pasta, porque en los 5 días que llevo de regla he gastado un total de 1 evax, que es la que me puse el primer día junto con la copa, inocente de mí, creyendo que algo de sangre se iba a escapar. Así que decid adiós a las evax, a los tampax, a los 10€ mensuales en enseres femeninos. Sólo con un ciclo menstrual ya habéis amortizado la copa.


Más ventajas: las ecológicas. No estáis contaminando nada de nada puesto que todos esos plasticuchos con los que se hacen las compresas ya no irán a parar al mundo por vuestra culpa. 

Más ventajas: no sé si habréis oído hablar del SST. Los tampones van acumulando toxinas en vuestro cuerpo, y al final os puede dar un yuyu. Con la copa eso nunca os pasará, porque está hecha de silicona y la podéis esterilizar antes de usarla y al terminar de hacerlo. Así siempre estará limpita e inmaculada. 

Más ventajas: es rosa. La del Carrefour, digo. Por internet las he visto de muchos colores ;_)


Ahora pasemos a las desventajas. Porque alguna le tengo que sacar si quiero ser justa. 



Lo mismo te da un poco de cosica ver ahí la sangre acumulada. Yo pensé que a mí me daría repeluses y oye, pues no. No es desagradable; al final lo ves hasta natural. Y no huele tan mal que las compresas empapadas, porque creo que es por los productos químicos lo que apesta y no por la sangre en sí.


Además, puede que las primeras veces que uses la copa te pringues, mucho. Hasta que no aprendes a colocártela y a sacarla con cuidado y eficacia, se te volcará, se te caerá al wc, se te doblará... y eso conlleva pringue y acabar con las manos de Dexter. Pero no sufras: es sangre, no ácido. Te lavas y ya.

Si tienes que vaciarla en un baño público, quizá tengas problemas para limpiarla antes de volverla a colocar. Si no hay un lavabo cerca como solución puedes llevar una botellita de agua o toallitas húmedas en el bolso, por ejemplo.

El pitorrillo que lleva la copa en la base tiene como función ayudarte a sacarla, pero puede que sea demasiado largo y sobresalga mucho y te moleste. Puedes cortarlo, pero hazlo de forma inteligente para no dejarlo demasiado corto, porque entonces podría molestarte al clavarse o podrías tener problemas para quitártela.

La última desventaja es la misma que mi principal ventaja: que os olvidáis que tenéis la regla. Y os olvidáis que la lleváis. Dicen las malas lenguas que más de una bloggera se ha olvidado quitarse la copa al final de su ciclo, con terribles consecuencias maritales... y no quiero mirar a nadie  xDDDDDD





Tras este balance ya no sé qué mas podría deciros para animaros a probarla. Que os atreváis, coñe,  que por 9€ no perdéis nada y podéis ganar mucho. De verdad, parecerá una tontería pero la copa te cambia la vida. 
"¿Y por qué no tienen más publicidad ni se venden en todas partes, si es un invento tan maravilloso?", me diréis. Pues porque no interesa. Hay dos grandes monopolios que se irían al traste estrepitosamente, y al sistema le interesa que las mujeres sigamos dejándonos el sueldo en pañalitos. 


Por favor, sed inteligentes y dadles una oportunidad. Ya me contaréis.






05 marzo 2015

Cosas de hombres supuestamente machistas que me gustan importándome un pepino lo que digan

  • Que sean más fuertes y más altos que yo.
  • Que huelan a hombre. No a colonia de hombre, sino a hombre. A hombre limpito, eh. Pero seguro que todas me entendéis.
  • Que sean diferentes a mí: yo no quiero la igualdad. Yo quiero un hombre que sea masculino, con todo lo que eso conlleve.
  • Que me traten como a una princesa o como a una diosa del olimpo y sean detallistas y cariñosos.  Yo nací diva para que me adorasen.
  • Que me ayuden a hacer cosas aunque ambos sepamos que puedo hacerlas perfectamente yo sola. 
  • Que me abran la puerta del restaurante o del coche.
  • Que me hagan pequeños regalos de vez en cuando.
  • Que se sienten a comer lo que he cocinado y disfruten como críos, pensando que soy la mejor cocinera del mundo. Con un sandwich.
  • Que me hagan sentirme protegida.
  • Que me obliguen a hacer un poco de madre de vez en cuando. DE VEZ EN CUANDO.
  • Que sean capaces de llevar las riendas  y calmarme cuando algo me preocupa y entro en estado de histeria.
  • Que se vistan de forma sobria y rancia, como se han vestido los hombres toda la vida. Las camisas rosa de palmeras, flores y conejitos me resultan anti sexy, por no hablar del escote masculino, las rebequitas o los pantalones pesqueros.
  • Que en ocasiones me miren  poniendo cara de bobos como si yo fuese un bicho raro y precioso al que nunca van a comprender. Tener yo que descifrar sus pensamientos porque siguen siendo un misterio. Es parte de la diversión.
  • Que ellos sean los de las pelis de tiros, los del fútbol y los del Call of Duty, y yo la de las pelis románticas, las series de humor y los Sims. Encontrar el equilibrio y la paz disfrutando de mis hobbies a su lado.
  • Que me mangoneen. A  veces. Cuando toque. Ejem.
  • Que se dejen la barba lo justo como para que pique cuando me besan.
  • Que suden cuando hacen deporte o trabajan al sol. SÍ, QUÉ PASA. LOS HOMBRES TIENEN QUE SUDAR COMO COCHINOS. Luego una ducha y ya.
  • Que me miren el escote/el culo/whatever cuando creen que no me doy cuenta o que se queden empanaos cuando paso por su lado. 
  • Que tengan esa mente tan racional que necesito cuando me paso de emocional.
  • Que tengan las manos grandes, la voz grave y la espalda ancha.
  • Que conduzcan ellos.
  • Que me piropeen por la calle. Jaque mate, hembristas.
  • Que no entiendan de moda ni de cremas y me pidan consejo para arreglarse.
  • Que sigan siendo un poco como niños toda la vida.



Y, resumiendo, (porque todo se resume en esto) que me hagan sentirme una mujer y no un colega más. Si alguien se siente inferior por estas cosas, que se lo haga mirar.