21 diciembre 2007

Vuelve a casa vueeeelveee

...por Navidad ^_^
Así que andaré ausente hasta que pase año nuevo y demás comercialidades, pero prometo volver con más miserias y noticias laborales.
Sed buenos, llenaos los mofletes de turrón como los hamsters y pasad un buen fin de año...
¡Besotes y felices fiestas!

11 diciembre 2007

Españoles: TENGO CURRO

Pues sí, mis queridos lectores... Tras un mes de búsqueda (no demasiado ardua pero eficaz, todo sea dicho) hoy me han llamado de la academia de idiomas para comunicarme que cuentan conmigo a partir del lunes.
Soy feliz... ya no tengo que mendigar en el metro ^_^
En fin, me voy a celebrarlo al ciber. Que un día es un día.

10 diciembre 2007

Primer mes en Barcelona: sucedió el Apocalipsis

Cada día que paso en Barcelona ( y ya va un mes) me convenzo más de que he llegado a otro mundo, que los hilos que cosen la realidad en este lugar están hechos de otro material diferente al de mi tierra. Y no hay día que transcurra que no me sorprenda por algo, que no abra desmesuradamente los ojos ante lo inusitado.

Ayer por la tarde mis colegas del cíber desde donde tecleo me propusieron ir al cine. Me pareció una gran idea, ya que además la peli propuesta (La brújula dorada) se me aparecía como una gran elección, así que tras perdernos Jordi (alias Horus) y yo buscando el maldito Superpuente y acabar cruzando el Minipuente, (además de observar por el rabillo del ojo a unas extrañas mujeres disfrazadas de veteasaberqué deambulando por las calles de San Andreu) llegamos a la Maquinista sanos y salvos.

La película estuvo bastante chula, aunque algunos que no mencionaré se descojonaron al verme saltar en mi asiento por culpa del horrendo y desagradable mono... pero sin duda lo mejor del flín, como diría Albret, fue el anuncio de Freixenet del principio.

En fin, que tras pasar una tarde agradable y echar unas risas, Jordi y yo retomamos el camino de vuelta al metro algo preocupados. ¿Encontraríamos el Superpuente esta vez, o bien tendríamos que regresar a casa por el Minipuente Maldito, agravándose la situación además por la oscuridad del ocaso?

Por supuesto sucedió lo segundo. El Superpuente no aparecía por ninguna parte y todos los caminos que tomábamos nos acercaban más y más al Minipuente... y por él, apesadumbrados y con algo de miedo, sobrevolamos las desiertas vías del tren y nos encaminamos al metro.

Tras torcer la primera esquina supimos que algo iba mal. Un centenar (qué centenar... miles, milllones) de camiones de basura recorrían las calles sin detenerse casi como una procesión... "Qué pueblo más raro", pensé yo, continuando mi camino tras los pasos veloces de mi compañero.

Cien metros más allá de pronto las farolas dejaron de funcionar todas a la vez, inundando la calle de sombras y reflejos de luna. Los camiones de basura parecían ahora camiones fantasma, como esos que salen en las pelis conducidos por calavéricos rostros malditos...

-Joder, ¿qué coño está pasando aquí?- exclamó Jordi- No veo una mierda...

Yo estaba casi convencida, gracias a mi magnífica orientación, de dónde estaba la parada de metro, así que guié a mi colega hasta la calle principal.
Y entonces los vimos. Filas y filas de personas quietas, en completo silencio, de pie sobre las aceras formando hileras extrañas y mirando al cielo.
"Ya está",- pensé yo- "nos hemos metido en medio de una celebración sectaria..."

Fue en ese mismo instante cuando de unos altavoces colocados en los árboles comenzaron a sonar los primeros acordes de música clásica, uno de esos temas tristes y tenebrosos que se suelen elegir para los sacrificios humanos rituales de las películas.

Jordi y yo caminábamos dando tumbos por mitad de la carretera, ya que no veíamos un pimiento y además no nos apetecía nada mezclarnos con las masas poseídas por el demonio que inundaban las aceras, así que cuando sonó el primer PUUUUUUUUM justo sobre nuestras cabezas casi se nos sale el corazón del pecho.

Fuegos artificiales. Los vecinos de San Andreu estaban tirando petardos y fuegos artificiales quizá para finalizar las fiestas del pueblo, y Jordi y yo nos habíamos metido en el centro del huracán, sin saberlo.

Corrimos como pudimos tapándonos los oídos hasta el metro, donde nos derrumbamos sobre el banco aún descojonándonos y maldiciendo a la vez.

Qué mala es la ignorancia y el catetismo, pensé yo minutos más tarde, cuando me alejaba en el vagón que me llevaría al caos que se estaba sucediendo en mi piso compartido.

Pero esa es otra historia y será contada en otra ocasión.

07 diciembre 2007

Me invade el espíritu navideño

Buenas tardes, queridos y santos lectores de mi blós. Hoy traigo un doble motivo de post:

-Por un lado, el reciente cumpleaños de Julio, (uno de mis mejores amigos a pesar de la distancia y lo poco que nos vemos cumplió añitos ayer) que ya es todo un hombre. Si le conocéis, os ruego que vayáis raudos a su blog a felicitarle y babosearle con mil besos ya que seguro que le adoráis, como yo. Y si no le conocéis, os diré que es una de esas pocas personas buenas y francas que quedan, con sonrisa de niño travieso y ojos brillantes. Podría afirmar sin equivocarme que es el único que jamás me ha fallado, y dudo mucho que lo haga algún día porque no tiene malicia alguna y además me ha demostrado mil veces que me aprecia un montón.
Ju, siento mucho estar tan perdida últimamente, y prometo que a partir de Enero volveré al msn (mis padres se han ofrecido a comprarme un ordenador por Navidad) y te daré la lata tanto como antes ^_^.

-Por otro lado, me llena de orgullo y satisfacción informaos de que... ¡mi sonrisa adorable ha encandilado (ilusos) a los de la academia de idiomas, y me han pedido que vaya a hacer una segunda entrevista el lunes por la tarde! No me lo puedo creer, parece que por fin vuelvo a tener un poco de buena suerte... ¿Será la Navidad? :P
Eso sí, con tanta entrevista es como si fuese a ser contratada por el CSI xD A ver qué pruebas me hacen el lunes...

En fin, seguiré informando desde la ciudad condal, donde ponen troncos con gorro y bufanda debajo de los árboles de Navidad y les dan de cenar todas las noches para que engorden y caguen regalos.

¡Sed buenos!