14 enero 2015

Caminante no hay camino (y premio)

Buenas. Hoy escribo este post para mí y nada más que para mí. Porque este año me he propuesto mover mis lanas morenas y ponerme en forma, y poniéndolo por escrito y con testigos me dará mucha más vergüenza dejarlo y rendirme.

Hace años que, por culpa de problemillas de salud y porque soy un poco mucho lacier, dejé de hacer ningún tipo de deporte. Vaya, que ni siquiera levanto el culo gordo de la silla del pc, y eso no podía seguir así. Tenía dos opciones: o hacer algo o convertirme en ameba. Y elegí lo de hacer algo.

La cuestión es que como estoy taaaan desentrenada y tengo los huesos tan flojos, tenía que elegir una actividad poco agresiva y que me fuera poniendo en forma de manera gradual... y, seamos realistas, no me veía yo en plan runner porque si corro 30 segundos ya echo los higadillos. 

Así que he decidido que yo no seré runner. Yo seré walker. Caminaré y caminaré y tu casita derribaré. O algo así era.

Y me da igual que de momento me adelanten por la izquierda las señoras que quedan para ir a andar. NO DESFALLECERÉ EN MI EMPEÑO. Voy poco a poco, (muy poco a poco); no llego ni a los 4 km diarios, pero esto es sólo un comienzo.

No sé cómo acabaré el año. Lo mismo echo a andar y cuando me quiera dar cuenta aparezco en Valladolí y sin el móvil, pero vaya, que la cuestión es ser constante. Y con la ayuda del ovejo (y de mis zapatillas super fashion con adornos morados) lo conseguiré. A tuiter, feisbu y el blog pongo por testigos. Cuantos más, mejor.


Deseadme suerte.