28 mayo 2015

Personas que no.

Hay personas que merecen la pena. Gente que hace que los demás (amigos, pareja, compañeros) muevan cielo y tierra por ellos, que provoca terremotos y sacude las mareas y revoluciona la vida de quien tienen al lado. Mujeres que vuelven locos a los hombres. Hombres que encienden vidas. 


Hay personas por las que lo haríamos todo porque sabemos que son lo más importante que nos ha pasado en la vida... y personas por las que no. 





Yo debo ser una de las personas por las que no.



24 mayo 2015

Catetadas

Soy una eurofan, lo reconozco. Me gusta el festival de Eurovisión, lo veo cada año desde que era cría y sigo disfrutando como una enana montando una fiesta con comida, bebida, porra y amigos que te siguen el rollo fan y comentan todo contigo. Creo que es una excusa más para disfrutar, ver un programa musical y reírnos un rato.

Pero cada año me pasa lo mismo: me indigno con España. Somos unos catetos, sabéis.
Estoy harta de escuchar cosas como "¿pero tú ves Eurovisión? Si eso es de abuelos". "Si sólo es politiqueo". "Si es un tongo". "Si las canciones son una mierda".  Todo eso a mí me da ardores porque no es más que una muestra, un reflejo exacto de lo que suele pasar en mi país con todo: que nos quejamos de algo que desconocemos y que, encima, es un poco culpa nuestra.

Porque mientras que en el resto de Europa o, incluso, fuera de ella (tras muchos años de insistir y de petarlo con las audiencias, Australia ha conseguido colarse en el Festival) Eurovisión es el acontecimiento musical más importante del año, aquí pasa casi inadvertido y lo tratamos como si fuese un viejo chocho al que no hay que hacerle más caso del necesario.
En Europa se gastan los dineros en campañas de publicidad tochas, en buenos comentaristas y comunicadores a los que todos conocen y que saben llegar a todo tipo de público, en crear canciones dignas y que objetivamente son muy buenas y en encontrar a un representante que lo dé todo y cante bien.
Aquí nos gastamos la pasta (15.000€ este año) en el vestido de la cantante.

Cuando les pregunto a mis alumnos extranjeros (soy profesora de español) si conocen Eurovisión, todos se vienen arriba y me cuentan lo mucho que les gusta su representante de este año, me sacan el mp3 con su canción y acaban siempre cantando todos juntos como si les fuese la vida en ello. Y son chavales de 13, 15, 16 años.
Preguntémosles a nuestros adolescentes qué opinan de Eurovisión.
No sabemos renovarnos, y al festival español habría que darle un buen fregao y un lavado de cara importante si queremos ganar alguna vez... si pretendemos que nuestra canción se escuche fuera de aquí. Porque es que ni siquiera se escucha aquí, vaya. Ayer había varios de mis colegas que todavía no sabían ni cómo era la canción de Edurne, mientras que en Suecia, Rusia, Alemania, UK, Noruega etc llevan meses dando la tabarra en tv con el festival.

Hablemos de Edurne. La pobre muchacha canta muy bien, y anoche defendió su tema lo mejor que podría haberlo hecho nadie. Voz potente, sin desafinar. Buena presencia, elegante y muy rollo Elsa de Frozen. Es guapa, es rubia, está jamona, baila y canta bien. "Este año presiento que voy ganar", decía ella hace unos días en una entrevista. Y no, claro. Edurne no era el problema; el problema era el truño de canción que llevamos, que encima era un descarte de Loreen al que alguien le había puesto letra en español. Una letra ridícula, sin sentido ninguno, cuyo estribillo fue subtitulado en otros países como "ieieieo".
Alguien le hizo creer a nuestra rubia que en Eurovisión basta con cantar bien y ser guapa para ganar, así es el egocentrismo español. Nuestra soberbia. Nos creemos los reyes del mambo y no sabemos aprender de los mejores. "Su canción es diferente al resto de las canciones participantes y por eso vamos a ganar", decía un enterado crítico musical en otra entrevista. Pero vamos a ver, alma de pollo, si el resto de las canciones son más o menos del estilo, POR ALGO SERÁ. Eurovisión no es OT, no es Sálvame, no es un drama. Es celebración, fiesta, alegría, buen rollo, luces, botes, brillo. Es buena música, digamos lo que digamos nosotros, los catetos de España. Tiene un estilo muy bien definido y por mucho que queramos innovar, las innovaciones no ganan.
Pero aquí nos empeñamos en mandar canciones tristes, aburridas, con una letra ridícula que no dice nada. Canciones que no pegan ni con cola en el festival, que es todo jolgorio.
Esta vez además algún iluminado debió darse cuenta de que igual con lo de Ioieeeeeo, ioieeeeeo no era suficiente, así que decidió incluir en nuestra canción toda la parafernalia de la que disponía: ¿que un año ganó una chica que se cambiaba de vestido en mitad de la actuación? Pues nosotros también. ¿Que otro año ganó una chica con unos efectos de luces potentes detrás? Pues ponemos el Ojo de Sauron detrás de la Edurnity. ¿Que otro año ganó una jamona enseñando cacho? Ale, que a la rubia se le vean las bragas. ¿Que suelen ganar canciones con coreografías? Pues metemos una coreo en mitad de nuestro tema, aunque no pegue mucho. Y al cachas de mirada ausente. Ya está, lo tenemos todo: ya nada puede ir mal.

Y ahora que todo ha terminado y que ha quedado de manifiesto nuestro error, sale nuestra heroína diciendo que "lo importante es participar y que yo me siento ganadora porque he hecho un trabajo impecable".  "Europa ha sido injusta con Amanecer". Con dos cojones.
Me da mucha pena porque Edurne canta bien, baila bien, es rubia y guapaza y podría haber sido la Måns Zelmerlöw española. Podríamos haber llevado un temazo bailable, en inglés, con una letra que dijese algo molón y buenrollista y que todos los europeos pudiesen aprenderse de memoria.  En inglés, sí. Que en España hay gente que sabe inglés, vamos, debe haberla. Ya está bien de nacionalismos estúpidos: es Eurovisión, no la OTI. Creo mucho más conveniente que la letra sea fácil y asequible para todos a que diga tres frases en español y luego se pase al chillido estribillero. En definitiva, lo ideal sería presentar una canción que tenga posibilidades de sonar en la radio. Pensadlo: ¿cuántas veces hemos escuchado los últimos años Euphoria, de Loreen? Y me da en la nariz que Heroes será más de lo mismo... pero es que Amanecer no la pondrían ni en Kiss FM.

Ahora centrémonos en el sueco, que me enamoró cuando presentó su canción hace un mes. Supe que iba a ganar desde el principio, claro. No podría haber sido de otra manera: su canción era perfecta. Y no soy una lumbreras ni me siento Urribarri; simplemente era mejor. Europa no ha sido injusta con España, si acaso con Alemania: ha premiado a los que han hecho sus deberes para nota.

Por eso, mientras en Europa presentan temazos como Heroes o a Million Voices, nosotros nos dedicamos a mandar mierdas y a crear memes, a mofarnos en las redes, a poner a parir al Festival. Que Eurovisión es de abuelos.


Aquí os dejo la actuación de Edurne y la de Mans. Repasémoslas una vez más, sed un poco humildes y sensatos y atrevéos a decir otra vez más que en Eurovisión siempre ganan por politiqueo, (que los habrá, vale, pero no es la causa de nuestro fracaso) porque hasta el día de hoy las votaciones han sido siempre certeras: sólo ganan los temazos.




Yo es que es ver esto y venirme arriba.

03 mayo 2015

Ropa de lacia


Hace una semana me compré un vestido. Estaba yo con mi señora madre  (que porcier, además de ser hoy el día de la madre es también su cumpleaños, por si la queréis felicitar) mirando cosillas en Oysho cuando lo vi colgadito en su percha y pensé que seguramente me quedaría bien. Después de tantos años ya voy conociendo mis hechuras y sé, antes de probarme nada, si me sentará bien... y esta vez volví a acertar, claro.
Me sentaba como un guante y además era muy bonito, así que me lo llevé. Lo único es que tenía que meterle del bajo, porque era demasiado largo para mis patitas cortas trotadoras, pero ya está.

Y cuando llegué a casa, toda ilusionada, quise enseñároslo aunque fuese poniendo en twitter el link a la tienda virtual de Oysho... hasta que me encontré con las lacias. Últimamente no sé qué pasa, que en todos los catálogos y desfiles triunfan las mujeres tristes, alicaídas, enigmáticamente rancias. No hablo ya de si están canijas o no, ojo, que hay mujeres delgadas con mucho garbo. Hablo de ese aire lacio que parece que quieren darles, como si la ropa fuese más atractiva sobre las Flos Mariae o el Posí que sobre Beyonce. Y no, qué queréis que os diga. Además son andróginas, sin curva ninguna.

Hace muy poco leí un post sobre este mismo tema que os recomiendo muy mucho: ¿Qué les pasa a las modelos del Zara?

Y yo añadiría no sólo a las modelos del Zara, sino a casi todas las modelos. Posan con una tristeza  tal que,  en lugar de lucir palmito, hacen las prendas mucho menos atractivas... invisibles. Si yo antes de comprarme el vestido me pongo a ojear el catálogo de Oysho, estoy segura de que ni siquiera habría reparado en él cuando llegase a la página donde aparece. Porque veréis:





Yo respeto mucho el derecho de cada cual para estar gordo, delgado o como sea. No es más guapa una mujer gordiflús que una mujer delgada per se, por el mero hecho de tener más o menos tetas.
Pero lo que está claro es que un vestido que está confeccionado de esta forma, con escote en uve, esa cintura estrecha, esa falda de vuelo... lo más probable es que favorezca más a una mujer con curvas que a otra sin ellas. Del mismo modo que hay vestidos que a mí me sentarían fatal, claro. 
¿Por qué no se basan en eso para vender su ropa? ¿No tendría más sentido poner a modelos de todas las tallas y todos los tipos de figura en los catálogos, teniendo en cuenta que hay muchos tipos diferentes de ropa? Así todas las mujeres podríamos saber cómo nos sentará una prenda a nosotras, con nuestras lorzas o con nuestro culo plano. Eso es la igualdad, señores, y no hacer más líneas de moda para gordas. 

Por no hablar de la actitud. A mí me vende algo mucho antes una mujer que parezca segura de sí misma en la foto que otra que parece que se está aguantando un peo. No sé, llamadme rara, pero la laciez no me resulta atractiva.  Y no sé qué pasa, dónde está el problema o quienes son las cabezas pensantes que les dicen a esas modelos cómo tienen que posar, pero desde aquí me gustaría hacer un llamamiento a los diseñadores o fotógrafos del mundo de la moda y pedirles por favor que cambien el chip, que piensen en cuál es el modelo de belleza que nos intentan vender... Que no queremos más tristeza. 

Queremos ponernos un vestido y sentirnos las reinas del mambo, y caminar moviendo el culo  sabiendo que los demás nos miran porque somos hermosas y que nuestro vestido nuevo nos queda genial. Tengamos el tipo que tengamos.