Buenos días a todos.
Hoy vengo a hablaros de
Mara, una mallorquina pizpireta y con gran sentido del humor a la que sigo en blogger desde hace tiempo. Nunca me ha leído ni comentado en el blog, pero yo no puedo evitar pasarme por el suyo.
Ella es un poco así como un huracán: llega, lo revuelve todo con sus ideas chispeantes, nos hace sonreir y entonces se va a otra cosa, mariposa. Leer su blog me parece la mejor forma de empezar el día, ya que siempre consigue animarme y además me mantiene informada del mundillo casposo de una manera bastante divertida.
Pero esta mañana, al ir rauda y veloz a leer su actualización diaria con mi taza de café humeante en la mano, debo confesar que he terminado con una sensación amarga en los labios. Y no porque no me guste cómo escribe o qué dice, sino que simplemente me veo aludida con su texto y, además, desacorde.
Su actualización de hoy habla de la soltería a los treinta. Mara nos cuenta que alguien le ha sugerido algo así como que se busque un novio ya, que va siendo hora... a lo que ella montó en cólera porque si sigue soltera es porque ella quiere y, además, está feliz con lo que ha conseguido en la vida.
Yo lo dejé todo por amor. Tenía una carrera, un trabajo estupendo, una familia que me cuidaba... pero me enamoré de un chico que vivía a mil kilómetros. Y me fui.
Mil veces me he parado a plantearme si estoy haciendo lo correcto; si esta nueva vida que tengo es la vida que siempre quise para mí o si es simplemente un reflejo, un "
dejarse llevar".
Y en mi nuevo trabajo tengo días horribles, me estreso, me cabreo por mi escaso sueldo. A veces echo de menos a mi familia y me gustaría tener dinero para poder seguir estudiando.
Pero entonces llego a casa por la noche, me pongo el pijama y me acurruco en su regazo, y todo cobra sentido. Quizá sí que sea lo que andaba buscando, porque hoy por hoy en mi escala de valores el amor pesa más.
Supongo que son etapas, claro. Yo también estuve soltera y feliz, centrada en mi carrera y en mis éxitos laborales. Pero todo cambia sin darnos cuenta.
Obviamente y citándote textualmente, Mara, una treinteañera NO sólo puede tener y aspirar a una máxima en la vida: tener novio/marido. Pero si para alguien es su única meta... pues adelante.
No pretendo darle moralinas a nadie, ya que yo soy la primera que se ha equivocado cientos de veces en la vida (y las que me quedan), pero quizá esa persona que te soltó "búscate un novio y blabla" -
digo quizá porque ni la conozco ni sé sus verdaderas intenciones- puede que no lo dijese con mala intención. Tampoco es nada malo ni te faltaba al respeto, como yo tampoco espero estar faltándote al respeto ahora. Sólo me gustaría que comprendieses que ponerte como te pones en tu blog con determinados temas a mí me suena raro, fuera de lugar. Porque nadie se compadece de ti por no tener novio, (al menos no yo, que generalmente admiro tu forma de ver las cosas y enfrentarte a la vida) así que no creo que haga falta que te defiendas sin ataque. Vales mucho y me alegro de corazón de que te sientas plena con lo que tienes y eres, ya que así seguirás animándonos a todos el día con tus "separadas al nacer", tus "hoy me lo pondría" o tus cálidas noches de sábado.
Felicidades por las 1.600 entradas, SuperSonicGirl... Que sean muchas más.