05 octubre 2011

Lobo para el hombre.

Hoy han llamado gilipollas a mi padre porque, conduciendo de vuelta a casa, se ha equivocado en una rotonda y ha hecho que un motorista tuviese que reducir velocidad. Así, tal cual: ¡¡¡GILIPOLLAS!!!, a pesar de que mi señor padre le mirase con ojos de penica y le dijese "perdón, perdón" con sus gestos.

Me pregunto cuándo empezamos a ser así. Cuándo dejamos de ser habitantes de la misma ciudad para convertirnos en rivales, en lobos, en enemigos. Cuándo olvidamos lo que significa la paciencia, la comprensión, la empatía, la amabilidad, la confianza.
Es como si caminásemos por el mundo siempre a la defensiva, con la mano en el bolsillo y los colmillos brillantes y afilados... listos para degollar. Salvo nuestra familia y amigos, todos los demás están en nuestra contra.

Y me da mucha pena vivir en una sociedad donde se acribilla sin piedad al que se equivoca como algo habitual y natural, pero en el que la persona que saluda con una sonrisa sincera provoca la más terrible de las desconfianzas.

9 comentarios:

  1. En caliente a veces cuesta, pero siempre hay que distinguir entre la gente que va a joder y los que hacen las cosas por error o sin ánimo de molestar.
    La verdad es que desde siempre he visto a la gente muy a la defensiva por la calle y con los desconocidos... dicen que en los pueblos no es así, que la gente al conocerse más se trata mejor...

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  2. Buah, hace millones de años (no literalmente, eh, que conste) que hemos perdido el respeto, la educación, la paciencia. Hace mucho que sólo miramos para nuestro ombligo. Es un asco, pero es así. Yo lo llevo diciendo bastante tiempo. :D

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  3. Triste... pero cierto.

    Y lo peor para mi es cuando actúo igual, porque al final se pega todo menos la belleza

    Besooooos

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  4. Pues sí, es así, qué triste... No sé si tendrá algo que ver con esto de la crisis. En serio, yo noto que la gente está mucho más alterada, incluyéndome a mí misma.

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  5. Quién sabe, igual el de la moto estaba teniendo un día de mierda y lo pagó con el primero que se le cruzó en su camino. O igual es así de agresivo, por no decir tacos, o ambas cosas. Pero que sí, de acuerdo con el post y con los comentaristas. Hace mucho que pasa esto, si no acuérdate de las pelis españolas esas en las que llegaba un cateto a la gran urbe y se cruzaba con los coches y le soltaban de todo (Pobre Paco Martínez Soria). Lo peor es que, lejos de arreglarse, el asunto va a peor y las buenas maneras que antes hacían que tratáramos bien al prójimo, aún pensando que era un hijo de multifrutas, las hemos perdido también.

    En fin, que una pena.

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  6. En esta nuestra ciudad hay mucha agresividad al volante.
    De hecho el otro día en la oficina hablaba con un compañero, y le comentaba que si tenía un altercado de Tráfico, así fuera tan inocente como la Bella Durmiente... pediría mil disculpas y me largaba cuanto antes.

    Conduciendo sola, da miedo que cualquier energúmeno de éstos se baje del coche a atacarte.
    Tengo un amigo que replicó y casi le cuesta la integridad física...yo me quiero mucho, como que paso de movidas.
    Es una pena, pero hay que bajarse a veces los pantalones si quieres tranquilidad.

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  7. Pues sí, lo rousseauniano no está de moda. Siempre se dice que las prisas, la "vida moderna, que es tan ajetreada" es la culpable pero no es verdad, hay gente que vive igual de rápido que los demás y no es así. No sé, no sé por qué nos hemos vuelto lobos para los demás aunque me da el tufo de que el miedo a que otro lobo más grande te coma tiene mucho que ver en esto.

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  8. Hay quien dice que los vehículos son el nuevo brebaje de Jeckill y Hyde. Claro que a lo mejor lo que falta es educación básica para saberse contener en esos momentos.

    En cualquier caso, ha sido algo pasajero. Es olvidable ;)

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  9. Son los tiempos que nos han tocado vivir, los del capricho y el EGOísmo, donde solo importas tú, y los demás solo son obstáculos... :S

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