Halloween ya está aquí. Hoy parece que incluso el clima se las ha apañado para crear un ambiente jallogüinero: Málaga ha amanecido con una neblina extraña que hace que la bahía parezca el Chicago de los años 20 xD
Y bueno, no pensaba yo añadir mucho más al tema terrorífico; es más, tenía planeado publicar una foto mía haciendo el canelo (para variar) con unas antenas con calabazas de los chinos, pero... tenía que hacerlo. Tenía que venir rauda y veloz a publicar una historia que me ha puesto la piel de gallina, porque es real. Verdaderamente verídica, valga la redundancia.
No sé si lo he contado ya, pero mi madre se ha aficionado a la fotografía y hasta se ha comprado una Reflex muy chula. Dice que la mejor luz para las fotos son al amanecer y al anochecer, así que no es extraño levantarme temprano por la mañana y encontrármela en pijama y zapatillas haciendo fotos en la terraza...
Y así ocurrió hace unos días. Me desperté a eso de las nueve y media, me levanté y me arrastré hasta la cocina en busca de café... y me choqué con ella en el salón. Mi padre aún no se había levantado, y mi perro dormitaba en su sofá. Mi madre, en cambio, estaba ya muy sonriente y emocionada: Bea, Bea, Bea, ¡no sabes lo que me ha pasado!
Entorné los ojos mirándola como ese smiley que tanto me gusta: ¬¬ qué te ha pasado, mamá...
Y entonces me hizo sentarme delante de su portátil y me enseñó las fotos que había estado haciendo esa mañana. Al principio no veía nada extraño: composiciones que pretendían ser artísticas, como ella dice, y fotos bastante bonitas de las flores y cactus del balcón. Ahí fue cuando ella señaló otra serie de fotos, en las que se veía su juego de copas de colores puestas delante de folios de papel para simular un fondo blanco:
-Muy bonitas, mamá. Aunque deberías usar una sábana o algo, en vez de papel, que queda cutre...
-¿¿ES QUE NO LO VES, BEA??
Yo abrí los ojos como platos y traté de despertarme del todo para fijarme bien en la foto, pero no veía ná. Hasta que ella le dio al botón de ampliar, buscó el pedazo de foto que le interesaba y me lo plantó delante de las narices... y lo comprendí todo:
Supuse que se trataba de una de las genuinas bromas de mi familia, y me giré para ver si mi señor padre estaba por ahí escondido y descojonándose de mí... pero no. Mi madre había estado sola, completamente sola, mientras hacía esas fotos. Me contó que se había sentado en el suelo al hacerlas, para no salir reflejada en el cristal. Era imposible que nadie más hubiese estado de pie a su lado esa mañana... así que ¿quién (o qué) es esa sombra que aparece en la foto, reflejada en la copa roja? ¿Por qué parece un hombre de pie, con las piernas abiertas, y se ve con tanto detalle?
Nunca lo sabré. No pienso mandar las fotos a Cuarto Milenio, porque como no le encuentren una explicación científica al asunto me veré obligada a mudarme inmediatamente.
Así que aquí estoy, respetando el día de los muertos más que nunca. Y si vivir con un fantasma en casa es mi castigo por jugar con fuego... más me vale acostumbrarme, supongo.
Os dejo, que me voy a leer un libro de poltergueistes. Sed buenos esta noche, ligad mucho y, sobre todo, alejaos de las copas de colores.
Queda finalizada -por este año- la sección terrorífica de Una de Rizos... Mañana mismo continuará la pava.
lo de la luz para la fotografia... tu madre está en lo cierto. Sobre el reflejo de la foto... no puedo decir nada porque no sé que hay alli. Pero puede ser algo perfectamente lógico... ten en cuenta que la luz sufre tantos movimientos de refracción, tanto en la copa como en las lentes de la reflex, que a veces puede reflejar cosas absurdas... Incluso puede tener algo que ver la distancia focal o la abertura que tuviera puesta... no lo sé, la verdad.
ResponderEliminarPero lo que si sé es que la mente juega malas pasadas, y no siempre hay que fiarse de ella
Besooooooooooos
Qué miedo Bea, Se ve perfectamente el hombre.
ResponderEliminarTengo pendiente enviarte las fotos y el enlace de decoración.
Un beso.
y no sería que teníamos colgado algún traje de la puerta del armario, eh??? :S
ResponderEliminarSin duda se trata de un espíritu.
ResponderEliminarEingel: yo tampoco sé qué leches puede ser. No sé, mi madre entiende de fotos y no le encuentra explicación, por algo será...
ResponderEliminarJenny: ¡a mí me vas a hablar de miedo! que ya veo fantasmas por todas partes xDDD Un besote, linda.
Jose M: Puesss me temo que no, en mi casa sólo hay un hombre y desde luego no tiene la misma talla de ropa que el supuesto espíritu :P
Pico: gracias, tú sí que sabes cómo tranquilizarme. :P
Algunas veces la sombra de las cosas aparecen como forma humana eso me pasaba mucho cuando era más pequeño (después de las películas de terror) pero también es posible que sea otra cosa (pero aconsejo no pensarlo) lol
ResponderEliminarBesos Bea!!!
Yo ya te dije... que ni creo que ni dejo de creer... Y eso de la copa parece un cuerpo humano.
ResponderEliminarEso no es un fantasma, esos son unos muslitos de cangrejo gigantes. Cosa aún más desconcertante, por cierto.
ResponderEliminarOjú que yuyu!!! Amos, que me pasa a mi eso y le regalo la reflex al primero que pase.
ResponderEliminarLaima Tem Blandito
No te preocupes que ya he enviado la foto yo a Cuarto Milenio a ver que dicen, pero ya te digo yo que mientras duerme alguien te vigila....
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