29 septiembre 2009

Dependiente.

Sé que pocas veces hablo tan directamente sobre mí en mi blog, pero hoy haré una excepción: soy una adicta.

Las adicciones son algo así como un diablillo travieso que se empeña en volvernos débiles, en mermar nuestro uso de razón y volvernos un poquito más animales desquiciados.
La mía ha vencido a mi yo-razonable y sé que ya no sería capaz de dejarlo aunque quisiese; es demasiado tarde.

Empecé hace años, casi como un juego. Mis amigos lo hacían y yo fui una tonta influenciable que se dejó llevar. Era muy cool por entonces, estaba poco visto en mi barrio y cuando somos adolescentes nos encanta llamar la atención, supongo. Así que me dejé arrastrar hacia ese mundo nuevo donde se conoce mucha gente, se va a fiestas distintas, se baila con muchos chicos guapos... y me enganchó.
Al principio sólo los fines de semana, y me obligaba a mí misma a centrarme en los estudios de lunes a viernes. Pero poco a poco, cuando entré en la universidad y los findes comenzaban los jueves, la cosa se volvió algo más seria y cada vez me costaba más mantenerme firme. Me gustaba, no puedo negarlo. Esa sensación de... libertad, de euforia... el sentirme más atractiva y mucho más ágil era lo mejor de todo. Me sentía la reina del mundo por unas horas, aunque al día siguiente el mono más terrible me hiciese no poder pensar en otra cosa, y mi cuerpo se resintiese.
Pero ya era una pobre adicta. Ya lo necesitaba y buscaba como una loca por la ciudad, y acabé encontrando un grupo que salía cada miércoles y viernes y que buscaba lo mismo que yo. Con ellos conocí cada rincón de la ciudad, y amanecí más de una vez en brazos desconocidos.
Hasta que me mudé a Barcelona y, a pesar de intentarlo, (ciudad nueva, vida nueva) no fui capaz de mantenerme alejada del mundillo ni siquiera en tierras catalanas. Como era de esperar, además, en aquella maldita ciudad me resultó más fácil incluso: cualquier cosa que busques, cualquier oportunidad se eleva al cuadrado en las grandes ciudades.

Hasta hoy. Sigo enganchada y después de tantos años incluso mi cuerpo está cambiado, sobre todo ahora que he pasado por una mala racha y me he abandonado bastante. Ya noto los primeros y más evidentes síntomas, y ¿sabéis qué? Estoy encantada.
Porque me gusta, y estoy segura de que no podría -ni querría- dejarlo por nada del mundo.
Porque me alegra la vida y, sobre todo, es bueno para mí.


Esa es la gran diferencia entre bailar salsa y las drogas, supongo.

15 comentarios:

  1. Bienvenida a la secta. Sabes cuando entras. De ella ya no sales.

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    Secta "Los seguidores irredentos de la adoración máxima de la salsa" (PLSEC1439C58F2F)


    Bienvenido a la secta "Los seguidores irredentos de la adoración máxima de la salsa". Queremos repartir amor por el mundo, y por eso necesitamos que todos los que crean en esta idean compartan sus cuerpos en las ceremonias que celebramos a tal efecto.


    Por eso estamos buscando gente como tú. Una persona cansada de la vida que lleva y la sociedad que lo rodea. Ven con nosotros. Si te unes a nuestra secta, harás un montón de cosas interesantes. Ampliarás tu círculo de relaciones y bailarás un montón.


    Además, también hay otras razones por las que no debes dudar en formar parte de nuestra secta. Organizamos excursiones a lugares de interés cultural y filosófico, como por ejemplo la feria de Málaga.


    Si haces suficientes méritos, ascenderás hasta el nivel avanzado (los viernes). Entonces descubrirás que nuestro verdadero interés hacia nuestros adeptos consiste en valernos de sus influencias sociales y otras cosas del estilo que ahora no procede explicar.


    Una vez que seas parte de nuestra elite, podremos revelarte las verdaderas actividades de nuestra secta, que consisten en la trata de blancas (o de blancos, según), previo entrenamiento mediante todo tipo de abusos físicos y mentales. Siendo uno de los nuestros serás como los grandes. Podrás someter a tus caprichos sexuales a quien quieras.


    ¡Apúntate cuanto antes, lo mismo sobrevives!

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  2. Joer, me apunto sólo por lo de someter a mis caprichos sexuales... ¿a buenorros de la tele también??? :O

    Ya soy la élite, además: voy los viernes!!! xD

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  3. ¿Someter a caprichos sexuales? Suena tentador... es que determinados bailoteos son susceptibles de acabar como el rosario de la aurora... ejem.

    Rizos, necesito una profe de salsa :P

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  4. ayyyy me encanta bailar...!!
    PEro no tengo tiempo para poder apuntarme a ningún cirso, ni clase ni nada por el estilo, pero en casa, hago mis pinitos, jijiji.
    Es maravilloso, y bueno, como bien tu dices, mas saludable que otros malos vicios.

    BEsos guapa.

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  5. yo es que soy de esos torpones que se esconden en una esquina para no hacer el ridiculo...

    quien sabe si con una buena guía cayese yo también... quién sabe

    Besoooos

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  6. She, pónganse en la cola, que yo se lo pedí primero xD

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  7. Pero q salsera eres!!! XD lo llevas en la sangre!

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  8. A mi tambien me encanta bailar.Los viernes a eso de las dos de la madrugada voy a un sitio donde aprendemos a bailar salsa,merengue y bachata.

    Vamos poco a poco,pues el profe no da a basto con tanta gente (es entrada libre),pero nos lo pasamos en grande.

    Me encantaría verte bailar.

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  9. ¡Ay!
    Si no fuera una fumadora compulsiva y no me hubieran vetado nada más entrar...
    ...yo también hubiera sido una drogata de "Salsa Málaga".

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  10. Si es que lo llevas en los genes...

    Laima Asssuu Caarrr

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  11. Yo no es por cortar el buen rollo pero no tengo ni puñetera idea de bailar eso si, me encanta ver a una mujer bailando salsa preferiblemente española. No es xenofobia es cuestión de gustos. Me parecen más sensuales y las latinas más sexuales.

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  12. Óscar: Pues me pillas un poco lejos, eh xD Pero bueno, si quieres por cam te puedo enseñar aunque sea los básicos, pero hay un problema: yo no sé hacer de chico xDDD

    Mae: Pues a ver si una noche que tengas libre nos vamos a echarnos unos bailes ^^

    Eingel: Los que más miedo tenéis al baile sois los que antes os engancháis cuando por fin lo perdéis :P

    Tony: Haya paz, que hay baile para todos :P

    Misla: Y que lo digas, la cabra tira pal monte...

    Sett: Pero qué me estás contando, por fin un macho bailongo! Algún día nos marcaremos uno tú y yo ^_^
    Y bueno, quizá muy pronto me veáis bailando, quizá...

    Fiebre: Pues ya tienes un motivo más para dejar el tabaco :P

    Laima: cierto es, cierto es...

    Fran: Jajaja anda que nos has salido tonto, tú :P


    Besotes salseros a todos!!!

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  13. Estoy de acuerdo, en verdad cuando te enganchas.... no te puedes desenganchar.

    Yo he conseguido dejarlo por rachas, un mes, hasta casi 2 meses, pero volvía a caer, aunque fuese por solo 2-3 semanas, pero el mono me puede. Escucho una salsita o una bachatita... y no puedo aguantar el menear el culillo :-P

    Lo mas curioso, es que me apunté a salsa porque soy un pato mareao (sin animo de insultar a los patos) y quería aprender algo basico, y divertirme.

    Conseguí las dos cosas, y con un plus mas.... engancharme :-P

    Aunque ahora salgo muchisimo menos a bailar (aparte de poco tiempo y algun que otro problema fisico temporal) pero sigo con la salsa, ya sea viendo videos, viendo como aprender a guiar, recordando mentalmente figuras que hace tiempo que no hago.... pero lo tengo presente :-D

    Vendita "droga" la salsa, y el sometimiento sexual !!!! jajajajaja

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  14. Jo... eso espero..
    Ahora es la feria de aquí, vendrás?

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  15. Pues puede ser que vaya, Mae. El domingo creo que hay juerga salsera XD
    Ya te diré algo. Muas!

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