27 marzo 2009

Quejicas

Cada noche se repite la misma secuencia: cuando el reloj de pared de mi trabajo marca las diez apago todas las luces, me pongo el abrigo, enciendo la alarma, cierro la puerta y bajo corriendo las escaleras camino de la parada del autobús. Si me entretengo más de medio minuto podría ser que el conductor pasase de largo sin mí, así que estoy ejercitando los gemelos cosa mala...

El lunes pasado le vi, sentado en la parada. Llegué misteriosamente a tiempo para sentarme diez segundos a su lado,(respirando hondo después de la carrera) y le escuché hablando solo, en voz alta. Era un señor de unos cuarenta años bien vestido, que iba cargado con un montón de bolsas del Carrefour y una mirada de hastío impresionante. Gritaba con acento sudamericano, quejándose por la tardanza de los autobuses, de lo harto que estaba del sistema de transporte catalán y de que todo se estropease en esta puta ciudad. Que cualquier día se volvía a su tierra, donde sin duda todo iba mucho mejor... Le miré de reojo, pensando que por mucho tiempo que llevase esperando sus ademanes y gritos estaban descompensados y fuera de lugar, -todo el mundo le miraba, curioseando- pero entonces mi autobús apareció por el horizonte y me levanté de un salto para volver a casa.

Por el camino, acordándome del señor extranjero que se quejaba, empecé a pensar en todas las cosas que no funcionan en Barcelona. Las ayudas para que los jóvenes puedan pagar su alquiler son de risa: te las dan año y medio después de solicitarlas. Vamos, cuando has vuelto con tus padres porque no podías pagar el alquiler.
Con el ceño fruncido me acordé también del tráfico; de esas estúpidas leyes de regulación de la velocidad, a veces variable. Además de no conseguir reducir la contaminación, porque los acelerones y frenazos producen mucha más... encima estresan al conductor, que tiene que ir todo el rato pendiente del aforador para no pasarse de ochenta. Y encima caravanas a porrillo en las entradas y salidas de Barcelona. A diario.
¿Y los precios? Coñe, es que son para echarse a temblar. Vas a comprarte un par de zapatos normales, de diario, y te clavan mínimo 60€. Por un café y un bollo, 5€, y por ir al cine una tarde con tu pareja prepara 30€ para las entradas, palomitas y coca-cola. Es normal que la gente se agobie, se amargue, se deprima. Que la ciudad parezca tan gris, que los catalanes vivan siempre con la soga al cuello. Ya mismo nos cobrarán por sentarnos a tomar el sol en el parque...


Esa noche me dormí cabreada, de tanto darle vueltas al tema. Cuando me levanté hacía sol y yo ya había olvidado (de momento) todas mis quejas y preocupaciones, hasta ayer.
Salí del trabajo a las diez, como siempre, y de nuevo repetí mi sprint final con éxito: llegué a tiempo a la parada. Me apoyé en la marquesina para tomar aire, y entonces le escuché pegando berridos de nuevo:
-¡Que asco de transporte! ¡Estoy hasta los huevos! El día menos pensado pillo la maleta y me vuelvo a casa, porque ésta nunca será mi casa.

Pobre, pensé, dedicándole una mirada comprensiva. En el fondo tiene razón, es normal que se queje...
Una señora se acercó a él, tímida, y le dijo entre susurros:
-Oiga, que su autobús es ése que está ahí...

El hombre pegó un brinco, cogió sus bolsas rápidamente y agradeciéndoselo a la señora entró en el autobús que esperaba justo a tiempo.
Miré a la heroína de la noche con curiosidad, preguntándome cómo sabría ella que ése era justo el autobús que estaba esperando nuestro amigo, y casi leyéndome el pensamiento me sonrió y me dijo:

-Cada noche igual. No es la primera vez que me lo encuentro, y si yo no le aviso de que viene su autobús, se le escapa y él se queda aquí quejándose toda la noche. Ay Dios mío, qué hombres más tontos...






Esa noche me dormí pensando que todos somos un poco así: tontos. Porque a veces con tanto quejarnos no podemos ver lo que tenemos delante y nos perdemos las mejores oportunidades de la vida...
Qué más da el tráfico, los precios, las ayudas. Puedo conseguir todo lo que necesite para ser feliz... y mi autobús seguirá pasando por mi parada cada noche a las diez y diez para llevarme de vuelta a casa.

17 comentarios:

  1. Anda que quejarse de los autobuses de Barcelona... hace media hora yo tendría que haber cogido un autobús de aquí y directamente no ha aparecido!! Hubiera incendiado la parada, de no ser porque sólo consiste en un poste oculto por las ramas de un árbol!!

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  2. Hay mucha gente para la que quejarse es un ejercicio diario. Se levantan con ese chip y no duermen tranquilos si no se han quejado suficiente. Es su deporte.

    Otros nos quejamos a veces con razones, otras veces sin darnos cuenta de que como dices, si prestásemos más atención a otras cosas podríamos ser un poquito más felices.

    En fin, somos animales de costumbres, así que nos vemos en la parada :P

    Un beso (con cloro :P )

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  3. Pues si, a todos nos gusta quejarnos...y si nos escuchan los demas mejor, el problema es no hacer nada para cambiar las cosas...aunque a veces por mucho que intentes cambiarlo todo las cosas que quieres cambiar siguen ahi...y vuelta a empezar...y vuelta a calentarle la cabeza al projimo con nuestros quejidos! :-P
    Besitos!

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  4. Cuántas veces perdemos oportunidades por lamentar lo que perdemos o lo que creemos merecer!

    Pues habrá que ser más positivos y fijarnos en los autobuses y sus oportunidades, y dejar de lloriquear!

    Me ha gustado mucho, Rizos.

    Un saludo!

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  5. y mi autobús seguirá pasando por mi parada cada noche a las diez y diez para llevarme de vuelta a casa.

    Esa es la sencillez de tus palabras. Da igual cómo esté el mundo, el precio del café o del cine... porque cuando llegas a la que consideras tu casa, con la persona que quieres, el mundo deja de ser tan malo

    Me equivoco?

    Besoooooos

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  6. Yo soy de un pueblo extremeño, no había autobuses...
    Cuando llegué a Málaga la ciudad me sedujo...
    tenía coche de empresa y los miaba con fascinación
    en las paradas repletos de gentes tan próximas entre si.

    Cuando por primera vez subí a uno la emoción me embargaba…
    Podía mirar sin prisas a cada persona, sentir su mundo, sus gestos,
    sus ropas, oír sus conversaciones… esa sensación sigue igual de viva
    hoy como el primer día y cuando puedo gozo de ello al hacerlo.

    Tengo un amigo que “su deporte” como dice Oscar es ese.
    Siempre que quejándose de todo y por todo sea lo que sea.
    Somos dos formas de ver lo mismo pero sintiendo lo contrario.
    Puedo entenderlo el es Malagueño y tendrá sus motivos arraigados.

    Pero nunca podré entender a los que proceden de otro país
    y más si es suramericano, había que preguntarle por su ciudad.
    Barcelona es una ciudad tan fascinante como fría a veces
    Y más si nadie te espera al llegar a casa, esa que no es ni tuya.

    Gracias Bea tienes el don de hacernos pensar lo entupidos
    que podemos llegar a ser a veces, teniendo la felicidad
    delante de nuestras narices y no la queremos ver
    porque tenemos un granito en ella que no nos gusta.

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  7. Dani: Contró, contró, que la ira lleva al lado oscuro :P

    Oscar: Si, claro, pero algunos somos más animales que otros xDDD jijij

    Agua: Jajaja tienes razón, nunca hacemos nada para remediar nuestros males! Un besote para ti :)

    Lasosita: Me alegro de que te gustase. A mí me encantó que vinieras ^_^

    Eingel: Pues no, no te equivocas ;) Un besote gigante!

    Eulogio: Bueno, no he descubierto nada nuevo... sólo escribo cosas que se me ocurren, que descubro cuando me paro a pensar. Me alegro de que te gustase.


    Feliz fin de semana a todos!

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  8. Pues tienes razón, yo hacía igual cada vez que cogía el coche y para que, para acabar más cabreado así que me he armado de paciencia y simplemente pienso que es eso, tráfico, que está ahí y hay que convivir con el, es una pérdida de tiempo cabrearse, eso si, pitar alguna vez relaja que no veas jeje

    sau2

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  9. No sólo lleva al lado oscuro. Lleva al vandalismo jaja luego pongo la prueba :P

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  10. Tienes tanta razón ! A ver si podemos aprender todos un poquito de esta historia...

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  11. Tengo que reconocer que me quejo mucho, soy bastante cascarrabias, pero es más un acto reflejo que un enfado real. En realidad soy un "disfrutador" de las pequeñas cosas. A veces lo comento y me dicen "pero tío, si es un donut normal y corriente..."

    Eso sí, lo de quejarme va conmigo, pero nunca me enfado realmente y, desde luego, hay pocas cosas que me produzcan insomnio.

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  12. Tienes toda la razón, muchas veces nos ciegan las cosas desagradables del día a día, y no somos capaces de ver lo que estamos esperando.

    Buena reflexión. Besos.

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  13. Holaaa. Muy bonito el post.
    Es cierto que hay gente que ya se queja por costumbre, pero a veces teníamos que escucharlos un poco mas y nos daríamos cuenta de que en muchas cosas tienen razón.
    Oye?? Veo que ya tienes conexión establecida no??
    hacemos y M & M 2009??
    Ya me contarás!
    Mandame un mail ok?
    Besos.

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  14. Muy buena la historia. Cada vez hay más tendencia a quejarse, a exigir a los demás y menos interés a exigirnos un esfuerzo a nosotros mismos

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  15. Tiroriroriiiiiiiii

    Gotas....

    (este comentario no existe)

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  16. Yo también vengo borracho y mojado
    a darte las buenas noches, Bea, perdónanos…
    pues solo somos hombres de carne y hueso
    y nos dejamos llevar al sentirte tan especial.

    (yo tampoco existo)

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  17. Señor Werty: Jajaja así que eres tú el que va pitando por los semáforos :P Gracias por venir!

    Helene: Bueno, yo misma tengo que aplicarme el cuento, sip... Porcier, ¿estás ready for the salsa?? xDDD

    pikomite: Pues fíjate que sí que tienes pinta de gruñoncillo, de esos que se enfurruñan y hacen pucheros pero que luego les dices dos chorradas y se les pasa el cabreo :)

    Joder-qué-estréss: Jajaja para tu nick le viene que ni pintado, éste post. Relajémonos, que son dos días :) Un besote, relinda.

    Mae:¡Guapa! Me alegro un montón de verte de nuevo por aquí. Ya te contesté a lo de miss¬mister, ¿lo viste? ;)

    Fran: Cierto, por desgracia. Un saludo!

    Óscar: Mira que te tengo dicho que el café no se hace con whisky :P

    Eu: Más de lo mismo xD

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