12 noviembre 2014

Consejos básicos para la seducción

Ahora que están tan de moda las webs de seducción científica donde te clavan 300 pavos por un cursillo de artes amatorias, que los gurús del sexo salen de debajo de los tuits y que parece que tú seas el único tonto que no se come una rosca con las mujeres, atiende porque te traigo la solución.


Ningún señor te puede enseñar a gustar.  El único consejo realmente válido para esto de ligar, amigo lector, es este:


NO SEAS GILIPOLLAS.

13 comentarios:

  1. :-D :-D :-D

    Eso sí que es un buen consejo, yo añadiría "y usa desodorante, por favor."

    ResponderEliminar
  2. Y enjuague bucal. E hilo dental.

    ResponderEliminar
  3. La higiene es tan primordial que decirlo es redundante, claro xDDDDD

    ResponderEliminar
  4. Tomo nota. Pero no sé si me va a resultar suficiente xDDD

    ResponderEliminar
  5. Estoy de acuerdo, no ser gilipollas es un must pero no es suficiente.

    Hay mucho feo que es un encanto y no pilla ni pal bus. Y mira que huelen bien. Pero nada. Y otros feos que no, claro.
    Creo que para gustar hay que ser natural, vencer la timidez, no ser muy apabullante y sobre todo, ser abierto de miras y no autocreerese incapaz. Un poco de confianza en ti mismo, hombre! (o mujer, que pal caso...)

    Otra cosa que tiene mucho que ver también es el ser, hombre o no, feo o no, quiere realmente tener pareja y por ende, sería capaz de ceder espacio de uno mismo para que el que viene, tenga opción encajosa. Si está todo lleno de ti mismo, es imposible rellenar nada con nadie más. Hay que ser muy avispado para darse cuenta de eso. Igual te piensas que nadie te gusta, nadie te tira y en realidad es que no tienes capacidá física para eso, porque estás todo rellenico hasta el borde de ti mismo. Ayyy, pataliebre.

    Desde la teoría es bastante sencillo.
    La práctica ya, es más compleja.

    ¿Tenemos tiempo? Os voy a contar una historia amorosa mía que no funcionó. Yo me enamoré una vez de un tipo que no me hacía ni caso. Yo era graciosa, divertida, un poco fea (estaba en plena efervescencia de la pubertá) y algo tímida. Y alta. Aaaaaaaaalta. Y grande, siempre. Yo a mis 15 ya era Vikinga y rubiaza.
    Él, por supuesto y como no, era más chiquito. Tenía los pelos a lo Kurt Cobain (ahora está calvo rematao, juas) y unos ojazos. Y como él entraba dentro del ser más o menos guapo pa esas edades, nunca se fijó en mí más allá de la amistá vanal que da compartir horas de clase y algún rato de asueto. Eso sí, sentados creía que tenía posibilidades. Mi fallo era levantarme y ser más alta. Bueno, mi fallo... la vida. Ya sabéis.
    Ya me dirás tú, contra eso, cómo se lucha.
    Ya os lo digo, no se lucha.
    Uno asume, interioriza y escribe en el diario que ays, nomequiere.
    Moraleja: Asumir cómo sois físicamente y tirar de lo que tenéis guays en vosotros, que algo hay y sobre todo NO SEÁIS GILIPOLLAS.
    Y si aún así no os quieren, QUE LES DEN. Vosotros moláis y lo sabéis.

    Se me ha ido un poco el hilo del tema, pero vamos, que lo de no ser gilipollas como sinequanum dese para gustar a alguien, así de base, ,me parece cojonudo.

    Ais, qué guapo era...
    Y yo que alta...

    Besicos, Rizosa.
    Y perdona por el mega tostón. XD

    ResponderEliminar
  6. Ni gilipollas, ni babas, ni engreído, ni sobón, ni...

    ResponderEliminar
  7. Estando muy colgado, sí te vuelves algo gilipollas....

    ResponderEliminar
  8. Sin más, y si no lo entiendes...no hay curso que te salve, me temo.

    ResponderEliminar
  9. Si, indispensable. Gran consejo, y otro mas, no seas pesao.

    ResponderEliminar