24 noviembre 2011

Espaguetis

Anoche me preparaba yo espaguetis para cenar y traté de recordar la receta con la que me los hacía mi abuela hace muchos años, cuando yo era niña y mi madre me llevaba a su casa a comer los domingos.
Me concentré, y  con mi imaginación portentosa y tirando de memoria casi pude volver a olerlos, saborearlos. Y a pesar de prepararme mis espaguetis tal  y como ella lo hacía, el resultado final fue delicioso... pero diferente. 

Han pasado más de veinte años y todavía no he conseguido que mis platos de pasta sepan igual.

Son estos momentos en los que me doy cuenta de que la echo de menos. Pequeños detalles, recuerdos que me vienen a la mente de golpe cuando estoy ocupada haciendo algo y menos me lo espero. 
Yo tenía 12 años cuando ella murió, y aunque el tiempo siga alejándome cada día más de la época en que ella formaba parte de mi vida, su legado sigue aún vigente y mantiene vivo ese recuerdo que, aún hoy, me hace sonreír. 

Me pregunto si yo aportaré algo a la vida de alguien de esa forma, cuando muera. Si dentro de mucho tiempo alguien se acordará de mí cuando vea ovejas, cuando intente rizarse el pelo o cuando pretenda preparar arroz a la Bea, sin éxito.
Y, si os soy sincera, no estoy segura de si quiero que eso suceda.


9 comentarios:

  1. Bueno, muy ermitaños hay que ser en la vida para que nadie te recuerde (bien o mal) por algo :)

    ResponderEliminar
  2. Me ha encantado tu entrada, yo tengo unos sentimientos más o menos parecidos con respecto a mi abuela.

    Y la verdad, espero poder lograr ese vínculo con mis hijas y en un futuro con mis nietos. Ojalá llegue a marcar sus vidas así, con amor. Yo sí quiero :D

    Saludos, está muy bueno tu blog. Voy a seguir curioseando.

    ResponderEliminar
  3. hola bea.Un buen post culinario aunque falta decir la receta de los espaguetis de tu abuela no crees? para que no solo los disfrutes tu.Cuando los hagas otra vez reparte jejejeje.

    ResponderEliminar
  4. Si algo he aprendido en mi corta vida, es que lo que marca la diferencia, lo que nos hace ser lo que somos, es, en parte, las personas con las que nos encontramos. Y sobre todo, nos quedan los recuerdos felices de las personas que estuvieron con nosotros y por suerte o por desgracia hoy ya no están...

    Y tu misma lo dices. Su recuerdo te hizo sonreir... Lo mejor que podemos hacer es atesorar esos recuerdos, respetarlos, y recordar el cariño, las risas, y los buenos momentos que esas personas compartieron con nosotros. Es otra manera de mantenerlas vivas ;)

    ResponderEliminar
  5. Estoy completa y absolutamente convencido de que aportarás muchas cosas a mucha gente, y no necesariamente descendientes tuyos, que espero que también.

    Pero tu carácter, tu fuerza, tu sinceeridad y tu simpatía marcarán a buen seguro a más de uno que simplemente te conozca. Ya tenerte en casa y criarse a tu lado debe ser la reostia.

    ResponderEliminar
  6. Doctora: Ahí está la cosa, que yo no sé si quiero que me recuerden mucho, no vaya a ser por cosas chungas :P xDDDD

    Ana Laura: ¡Bienvenida! Todo un placer tenerte por aquí :) Seguro que tus hijas y tus nietos te recordarán con cariño...


    Tuko: No puede ser, mi abuela dejó bien clarito que la receta es secreta y sólo conocida por los de la familia rizosa :P Pero ya te invitaré un día a casa para que los pruebes, esosí :P

    Eseele: pues eso hago, mantengo los recuerdos bien guardadicos en la memoria. Que soy como los elefantes :P Todos dicen, además, que yo me parezco mucho a mi abuela: en mi risa, en mi forma de ser... Es bonito, eso ^_^

    Jan Berg: Pues que sepas que con la tontería me has emocionao con tu comentario. Y emocionao de verdad, que casi se me escurre la lagrimilla y tó. Toy sensiblona yo, oye. Gracias, majo :)

    ResponderEliminar
  7. hola.Quiero mi cupòn premiao ( Peter ) xD

    ResponderEliminar
  8. Que eso suceda es bueno, siempre que los recuerdos lo sean. Recordarte con una sonrisa... un olor o uma imagen que te recuerde... ains


    No intentes hacerlos como los hacía tu abuela. Eran los suyos, y estos son los tuyos. Tus nietos recordarán esos espaguetis como los tuyos.


    Años nos costó hacer la receta de pollo trufado de mi madre (que siempre hemos comido en navidades), de un modo que resultase al menos tan apetecible como le quedaa a ella... aunque tengan un toque distinto también

    Besoooooooos

    ResponderEliminar
  9. Yo venía a decir cosas parecidas a las de Jan Berg. Que no creo que no quieras que eso ocurra, pq no solo marcas o dejas buenos recuerdos en descendientes, también entre quien te conoce. Especialmente en tu caso. Y unos rizos, una canción, un sitio, o un sonido... siempre acaban por traer un pensamiento y una sonrisa. Así que gracias por ello. De hecho estaba a punto de hablar de algo así en cierto rincón... :P Un beso enorme.

    ResponderEliminar