22 noviembre 2008

¿Cómo se llaman los conductores?

Volvía yo anoche a casa después del curro, sentada en el primer asiento (justo detrás de la cabina del conductor) del autobús que pillo a diario, cuando de pronto el conductor da un volantazo, se atraviesa (literalmente) en la carretera y para el motor. Los que seáis de Barcelona, imaginaos un atobús atravesado en mitad del cruce Gran Vía-Marina, frente a la Monumental...
Obviamente los demás coches empezaron a dar volantazos por doquier, yo me agarré como pude a mi asiento y recé porque ningún otro autobús nos embistiese y mi madre no llegase nunca a ponerse la pamela en la boda de su primera nieta...

Pasaron dos interminables minutos en los que mis desconocidos compañeros de autobús empezaron a chillarle al conductor, que parecía ajeno al mundo y miraba por la puerta lateral como un poseso, concentrado.
Hasta que entonces otro autobús apareció a nuestro lado. Nuestro coductor abrió las puertas y tocó el claxon haciendo así detenerse al otro conductor, con un frenazo similar al nuestro...

Y cuando yo ya me temía lo peor (que el conductor de mi autobús estuviese poseído por el espíritu de una vaca loca o de un pollo con gripe aviar) el tío va y se pone a chillar a grito pelao:

-¡¡¡¡OZEEEEEEEEEEEE!!!!! QUE ME HE ENTERAO QUE LA CENA DE EMPRESA ES EL JUEVES, ¿¿¿TÚ VAS A IR????

No me lo podía creer. Ni yo, ni los demás viajeros... todos observábamos atónitos la dantesca escena. Nadie dijo ni mu cuando escuchamos al conductor del otro autobús responder, sonriendo:

-POH CLARO, TÍO... ¡¡¡LLAMA AL JORDI, QUE ÉL SABE DÓNDE ES!!!

Y así fue como, tras despedirse con un "hasta luego, mamonazoooo" que me llegó al alma, nuestro conductor y su amigo volvieron a poner en marcha los motores de sus autobuses y continuaron con su jornada laboral como si nada hubiese sucedido, haciendo la vista gorda ante la caravana monumental que se había formado por su culpa en dos de las principales calles de Barcelona.



Toda esta historia me ha hecho acordarme de aquel chiste que contaba mi abuelo, en el que nos presentan dos pilotos, uno llevando un avión con 50 pasajeros y el otro llevando uno con 60 turistas, y justo después nos preguntan cómo se llamaban los pilotos.
La diferencia está en que nuestros dos "pilotos" reales no se llaman por radio... sino a grito pelao, como en el Libro de la Selva.


Para que luego digan de los andaluces.

7 comentarios:

  1. Así que el lío del otro día fue por eso...tanto decir que si incidencias técnicas!

    Habrá que enterarse si RENFE hace lo mismo y realmente, en lugar de un tío que se tira a la vía, no será que el conductor de un convoy le cuenta el finde a otro!

    Ya nos contarás qué tal el fin de semana, seguro que alguna otra barbaridad descubres!

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  2. si es que te pasa cada cosa tan rara...

    Por cierto, ¿los conductores se hablaban en castellano? Porque hay gente que dice que es imposible defenderse en la condal si no hablas un perfesto catalá (mi experiencia es que sin problemas pero...)

    Besoooooos

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  3. Eingel, yo hablo catalán-de-Bea, o sea que lo que no sé decir me lo invento... y nunca tuve ningún problema. Eso de que aquí son unos rancios que no te hablan en castellano es una leyenda urbana, como la chica de la curva.
    Un besote!

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  4. LOL... Es lo único que puedo decir. Bueno, y que menos mal que no me ha pasado a mi, porque todavía estaría escribiendo en el libro de reclamaciones como poseído XD.

    Un beso

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  5. Elessar...yo pensé en quejarme durante tres segundos... pero luego pensé que como todo el colectivo de conductores estuviese así de chalado, mejor me callaba... que vete a saber xD

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  6. jajajaja, mare mia! hay que tener huevos!

    respecto al tema de los catalanes ya estoy un poquito hasta... parece que para el resto de españa somos una secta en la que no dejamos entrar a nadie!

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