03 septiembre 2007

How to save a life

Había una vez una niña que siempre jugaba sola. No tenía a nadie con quien compartir sus fantasías y se dedicaba a pasear por la orilla del mar recolectando caracolas (tesoros) e imaginando mil mundos mágicos repletos de hadas e unicornios.
Soñaba con encontrar a alguien como ella, y cada vez que un chiquillo se le acercaba ella le miraba con los ojos húmedos y le suplicaba:
-"¿Me cuentas un cuento?"
Casi todos sonreían tras tan inocente petición, pero nadie fue capaz de complacer la imaginación de la niña... quizá porque hoy en día no se llevan los cuentos ni existan las sirenas.

Pero pasó el tiempo y la niña creció, creciendo también con su cuerpo su imaginación. Seguía paseando sola, escribiendo sola en su terraza al atardecer, leyendo sola en las mañanas de lluvia y recogiendo caracolas en la playa con la única compañía de las olas.
Algunos hombres pasaron por su vida y trataron de hacerle feliz durante un tiempo, pero cuando caía la noche y ella les susurraba abrazando la almohada: "¿me cuentas un cuento?" la magia se desvanecía, el hechizo terminaba.

El día en que Él llegó la encontró sentada sobre las rocas. Su mirada, triste, se perdía en el mar e inundaba de azul su rostro.
Él se sentó a su lado y le acarició la mejilla, cariñoso. La chica le miró en silencio sin perder su expresión gris, y pidió lo que tanto había anhelado y que se resistía a olvidar:
-"Por favor... cuéntame un cuento"
Para su sorpresa, el muchacho asintió sin hablar y sonrió. Le acarició el flequillo travieso y despeinado con ternura y ella, ilusionada, se acurrucó en su regazo para escucharle hablar de laberintos y minotauros, de dioses y de héroes, de mil fantasías que sólo hablaban de ella misma y de Él.

Algo se rompió en el interior de la muchacha... y algo nuevo empezó a nacer. Por fin dejó de convertirse en Cenicienta a las doce, porque el chico le contaría un cuento antes de dormir durante cada noche del resto de sus vidas.

Y colorín, colorado...

10 comentarios:

  1. No sé si optar por la canción de Celtas Cortos o por la canción de Bonnie Tyler... pero al final, sería un cuento chino :P

    Es bonito cuando alguien comparte tu mundo fantástico, nos permite ser niños durante un rato sin que nadie se extrañe.

    Un saludo!

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  2. Todos los cuentos suelen ser preciosos, es difícil contar cuentos en estos tiempos que corren...

    Pero que te voy a decir yo, que soy de ciencias como mucho hablaríamos de álgebra, triángulos y demás

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  3. y quizas sea eso lo que yo ande buscando... alguien a quien contarle mis cuentos, y escuchar los suyos... aunque en este mundo... es cierto, no se llevan.

    :********

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  4. ..y yo que últimamente me dedico a contar cuentos en mi blog... ;P

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  5. Con tu forma de salvar vidas creo que muchos médicos y enfermeros se quedarán en el paro.

    ¡Cuentos para todos!

    True David.

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  6. Anónimo, mejor la de Bonnie Tyler...

    Soso... las mates no son lo mio, ya lo sabes :P

    Eingel... paciencia, la encontrarás ;)

    Dan... ¡esto es spam! Quefuertemeparece XD En cuanto pueda voy a verte :P

    TrueDavid: ojalá fuese el remedio para curarlo todo... ojalá :P

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  7. Hola Beatriz, me ha encantado el cuento.es muy romántico.Al final todo sale como nos gusta a ambas , con su amorcito.
    Bueno antes de nada, que tal el veranillo, Creo que muy ocupada, con el hotel y sus gentecillas.
    XD, XD, XD, XD, XD.
    Espero verte otro día por aquí.Besos.

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  8. Sigue contándonos cuentos e historias como hasta ahora...

    Gracias guapa!

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  9. A veces los cuentos como bien dices hablan de ambas de personas sí yo tuviese que contar alguno sería extraño, lleno de matices.

    Cada historia dependerá siempre de quien la cuente para entender o no la historia, todas tienen un ingrediente común, suelen ser contadas desde el corazón.

    Por último comentarte algo, es deseable que encuentres esa persona que te haga sentir especial y con la que te sientas querida e importante.

    Suerte y disfruta del biofrutas.

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  10. Y yo pensando que los hombres no hacían mas q contar cuentos a las mujeres... curiosa la niña. El paso de la niñez a la adolescencia y de la adolescencia a lo adulto no se pasa de la misma forma para todos, pero me temo que necesitamos que siempre quede esa parte de niño, esa ilusion, sin ella no somos mas que tristes marionetas sin sonrisa.

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