25 diciembre 2009

Cuento de Navidad.

Perdonadme, pero... os lo advertí.

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Hacía días que había cumplido los diez años. Marcos era un chiquillo encantador: tenía ese duende en la mirada que hacía que mamá sonriese, orgullosa, cuando las demás mujeres del barrio le hacían cumplidos.
Esa Navidad su carta a Papá Noel fue escueta: me gustaría que volviese papá.


Juan, su hermano mayor, estaba en la edad del pavo. Además de acné y dos piercings en la ceja, lucía un orgullo y una prepotencia de esas que no hacen más que poner de manifiesto la inseguridad y el miedo, la envidia y el rencor, aunque él se empeñara en fingir cuando mamá le castigaba y salía de casa dando un portazo que hacía retumbar las paredes.
Pero esta vez todo iba a cambiar. Estaba harto de ser el gilipollas de la casa, la víctima de las neuras de su madre. Tenía que hacer algo o se volvería loco... él se merecía mucho más.
Llegó a casa justo cuando su madre, su  abuela y Marcos estaban sentándose para cenar, la noche del 24 de Diciembre. Tras recibir la ya habitual mirada de desaprobación de sus mayores, alzó los hombros con una pretendida frialdad y se sentó sin decir nada, empezando a hacer buena cuenta del jamón y las gambas sin esperar a nadie.

Terminó el primero y, todavía sin mediar palabra con su familia, se levantó y se encerró en su cuarto para terminar de preparar su plan. Tenía que ser perfecto; no podía cagarla ahora que estaba tan cerca.
Esperó hasta que escuchó cómo mamá y la abuela terminaban de colocar los regalos bajo el árbol y se iban a dormir entre susurros nerviosos, y entonces comenzó su trabajo. Se puso sus guantes, (lo había visto en la tele) sacó el cuchillo recién afilado de la mochila del instituto y salió al pasillo sin hacer ruido, caminando de puntillas sobre el parquet.
Cuando pasó frente al árbol, suspiró al contemplar la montaña de paquetes plateados que rodeaban el zapato de idiota de su hermano... y el único paquete que descansaba junto al suyo. Como siempre, el niñito de los cojones se salía con la suya poniendo cara de pena. Menuda mierda.
Inspiró hondo para darse fuerza, (no te rajes ahora, tío) y siguió caminando hasta el dormitorio de Marcos.
Estaba en penumbras, pero por las cortinas entrecerradas entraba algún rayo de luna travieso que le permitía observar a su hermano durmiendo: el flequillo hecho un remolino rubio sobre la frente, una media sonrisa ilusionada que por un instante hizo mermar sus ánimos oscuros...  pero debía continuar.
Se acercó a la cama muy despacio, para sorprenderle y no dejar lugar a la resistencia. Volvió a mirar al niño durante dos segundos, los suficientes como para volver a inundar su corazón de celos y de rabia, y aunque algo le decía que nada sería igual desde entonces, (y no necesariamente mejor) no le quedaba otra opción.
El cuchillo helado le hacía daño en su mano, no podía soportarlo más...  y entonces apartó el edredón con fuerza y despertó a Marcos con un grito:

-¡Despierta, joder! Que sepas que Papá Noel no existe, que es mamá la que te compra los putos regalos... y papá, entérate de una vez, no va a volver nunca. ¡¡¡Está muerto!!!




Había acabado. El cuchillo de odio se le resbaló a Juan entre los dedos. El niño murió desangrado esa noche, en medio de largas horas de agonía.

Marcos comenzó a crecer.

13 comentarios:

  1. siempre el camino equivocado...

    Besoooos

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  2. ¡Eso! ¡Que se entere Charles Dickens de cuál es el espíritu navideño en el siglo XXI! XD

    Un besote, guapa.

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  3. Eres cruel!! (y me gusta ^^)

    Pd: retiro el comentario del post anterior :P

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  4. ¡¿Qué será lo siguiente?!¿le dirán qué espinete es un tio disfrazado?¿qué Epi y Blás eran una "pareja de hecho"?¿le dirán que las peleas de pressing catch son metira?...¡Dios, que malignidad y vehemencia!...Mola :-p

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  5. Pues Rizosa, querida, qué quieres que te diga, me esperaba... más.

    Que algo peor que esta historia protagonicé yo mismo a los ocho años, cuando mi querida madre me arrancó el espíritu navideño de cuajo con una cruda exposición sobre las verdades y mentiras de la vida que haría que el hermanito de Marcos fuera solo un bromista.

    No lo digo porque no me guste, eh? Que la historia me encanta. Es solo que como parecía que ibas a dar rienda suelta a tu lado salvaje, quizás esperaba algo
    bastante más... salvaje.

    En fin no me hagas mucho caso, que ando con el sueño cambiado y el cuerpo algo destemplado. Feliz Navidad!

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  6. Un relato poco optimista para estas navidades... también me siento un poco así... ¿se estará perdiendo el espíritu navideño en todos los rincones del mundo? 77

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  7. Bueno, me alegro de haber descolocado a algunos y haber dejado con ganas de más a otros... eso demuestra que al menos no dejé indiferente a nade xD

    Eingel, Sil, Al... jijiji

    Oscar: Cómo no te va a gustar a ti, que eres un enfermo sangriento y asesino xD

    Zuma: Eres un poco sádico tú, ¿eh? xDDD

    Bérnicus... tampoco es plan de montar una matanza, que es Navidad ;) Quizá en otra ocasión...

    Roxanne: Pues muy mal, no hay que perder el espíritu navideño. Hoy ya vuelvo a tener fe en la humanidad, y creo que estas navidades serán especiales para mí. Venga, cambiemos el chip :)

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  8. Para que no me pase como con la navidad, que llego tarde para felicitartela, Feliz año nuevo!!!!!
    Un beso!!

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  9. Ais! me has dado miedo :P
    Unbeso!

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  10. Pues yo te agradezco enormemente que no te haya dado por masacrar al chiquillo, que estas historias me llegan al corazón, y me paso toda la noche con pesadillas... además hay una banda de ladrones que ronda por nuestra finca y estoy un poco asustá...

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  11. ¿Debo dar gracias por saber quien trae los regalos, que los reyes magos en realidad son el zapatero, el pescatero y el del gas pintado de negro, que el ratoncito pérez no es más que una rata con pedigrí y que el espiritú de la Navidad no es algo tipo Ghost ni que se puede chupar con una aspiradora tuneada con luces? Yo lo digo por si me he dejado algo por conocer que no me mandes a tu lado oscuro a sacármelo de dentro mediante el sistema del raja que te raja. Das miedo. Du das, du das mies do! (Mola!!!)

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  12. Feliz 2010, eres tan original que podrías ser la navidad, seriamos de seguro diferentes y divertidos...
    Besossssss

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